Aprenda la información básica sobre la hepatitis viral
Infórmese más acerca de los distintos tipos de hepatitis
viral. Averigüe si debe hacerse la prueba de detección o vacunarse al completar
una breve evaluación en línea sobre el riesgo de hepatitis.
En los Estados Unidos, los tipos más comunes de hepatitis virales
son la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C. Aunque cada tipo puede
producir síntomas similares, cada virus de la hepatitis afecta el hígado de
manera diferente, se transmite por vías diferentes y suele afectar más a
poblaciones diferentes.
Los CDC crearon una Evaluación de
riesgo de hepatitis* en línea para ayudar a las personas a
averiguar si se deben hacer una prueba de detección o si se deben vacunar
contra las hepatitis virales. La evaluación, que solamente toma unos cinco
minutos, proporcionará recomendaciones personalizadas sobre las pruebas de
detección y las vacunas para la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C.
Infórmese más sobre los tipos más comunes de hepatitis
virales, cómo se transmiten y cuáles son las diferentes poblaciones afectadas.
Hepatitis A
La hepatitis A es una infección del hígado muy contagiosa
que puede variar desde una enfermedad leve que dura pocas semanas hasta una
enfermedad grave que dura varios meses. Por lo general, el virus de la
hepatitis A se transmite cuando una persona ingiere el virus mediante el
contacto con objetos, alimentos o bebidas que estén contaminados con materia
fecal o heces de una persona infectada. La hepatitis A se puede prevenir
fácilmente con una vacuna segura y eficaz que se recomienda para todos los
niños a la edad de un año y para los adultos que podrían
estar en riesgo.*
La hepatitis A es común en muchas partes del mundo y en los
Estados Unidos se han producido muchos casos nuevos de esta enfermedad por
viajeros internacionales que comieron alimentos contaminados o bebieron agua
contaminada. Por lo tanto, los CDC recomiendan que las personas que viajen a
países donde la hepatitis A es común se vacunen antes de viajar. Aunque el
lugar de destino al que se viaje se limite a un complejo turístico, todavía es
posible infectarse con el virus de la hepatitis A.
Hepatitis B
La hepatitis B es una enfermedad del hígado causada por la
infección con el virus de la hepatitis B. En algunas personas, especialmente
las que se infectan cuando son bebés, la infección causa una enfermedad crónica
o de por vida. El virus de la hepatitis B se propaga principalmente cuando la
sangre, el semen o determinados líquidos corporales de una persona infectada
entran al cuerpo de otra persona no infectada. El virus se puede propagar a
través de la transmisión sexual y mediante el contacto con sangre, como al
compartir los implementos para inyectarse drogas. El virus de la hepatitis B
también puede pasar de la madre infectada al bebé durante el nacimiento si el
bebé no recibe la vacuna contra la hepatitis B. Por eso, la vacuna contra la
hepatitis B se recomienda para todos los bebés apenas nacen y para todas las personas que
estén en mayor riesgo.*
La hepatitis B es común en muchas partes del mundo, como en
Asia, las islas del Pacífico y África. Desafortunadamente, muchas personas se
infectaron antes de que la vacuna contra la hepatitis B estuviera ampliamente
disponible. Por esa razón los CDC recomiendan que todas las personas que nazcan
en áreas donde la hepatitis B sea común, o cuyos padres hayan nacido en esas
regiones, se hagan la prueba de la hepatitis B.
Hepatitis C
La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por la
infección con el virus de la hepatitis C. La mayoría de las personas que se
infectan con este virus suelen presentar después una infección crónica que
causa graves problemas de hígado. Por lo general, el virus de la hepatitis C se
propaga cuando la sangre de una persona infectada entra al cuerpo de otra
persona no infectada. En la actualidad, la mayoría de las personas se infectan con
hepatitis C por compartir agujas, jeringas o cualquier otro implemento para
inyectarse drogas. De hecho, en los últimos años han aumentado las tasas de
infecciones nuevas entre las personas jóvenes que se inyectan drogas. Aunque
los casos son raros, la hepatitis C se puede transmitir sexualmente, así como
de las madres infectadas a sus bebés. En el pasado, la hepatitis C se propagaba
por medio de transfusiones de sangre y trasplante de órganos. Sin embargo, en
1990 se comenzaron a hacer pruebas generalizadas en los bancos de sangre, y
para 1992 el virus de la hepatitis C fue virtualmente eliminado.
Las personas nacidas entre 1945 y 1965, los llamados baby boomers,
tienen cinco veces más probabilidades de presentar hepatitis C.
Desafortunadamente, no se comprende del todo la razón por la que los baby
boomers tienen altas tasas de incidencia de hepatitis C. Se cree que
la mayoría de los baby boomers se infectaron en las décadas de
1960, 1970 y 1980, que son los años de mayor transmisión de la hepatitis C. Los
CDC recomiendan que las personas nacidas entre 1945 y 1965, así como todos los que
estén en riesgo,* se hagan la prueba para detectar la
hepatitis C.
Para más información por favor lea estas hojas informativas
respecto a la hepatitis B y la hepatitis C.
TOMADO DE ENVIO DE CDC DE EEUU
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