Víctor Pochat:
"Los conflictos por el agua surgen en zonas de escasez"
Por su trayectoria, el ingeniero civil y docente
universitario recibió, en Mónaco, el Premio Agua 2018, que otorga la Fundación
Príncipe Alberto II Crédito: Gentileza El Litoral
José E. Bordón SEGUIR
Víctor Pochat, ingeniero civil, docente de la Facultad de
Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral
(UNL), se convirtió en el primer argentino en recibir el Premio Agua 2018 ,
otorgado por su trayectoria, por su contribución a la protección del planeta y
por sus investigaciones en materia hídrica. Tal distinción la recibió en
Mónaco, durante una ceremonia encabezada por el príncipe Alberto II. "Ha
sido para mí un gran honor recibir este reconocimiento como culminación de mi
carrera, y además poder representar al país en un premio internacional de esta
magnitud es un incentivo", sostuvo en el comienzo de un diálogo con LA
NACION.
Egresado de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y
Master of Science in Engineering, de la Universidad de California, Pochat tiene
76 años. Desde 2008, el reconocimiento es otorgado por la Fundación Príncipe
Alberto II de Mónaco cada dos años. Se procura destacar a personalidades y
organizaciones por sus acciones ejemplares en favor del medio ambiente y de la
preservación del planeta, y en cada uno de los tres campos de acción
prioritarios de esa fundación: la lucha contra los efectos del cambio
climático, la preservación de la biodiversidad y el acceso al agua y la lucha
contra la desertificación.
Oriundo de San Juan, en el ámbito internacional realizó
trabajos para agencias y programas de las Naciones Unidas, la Organización de
Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), e
integra el comité directivo de la Asociación Mundial del Agua. En la Argentina
ocupó varios cargos nacionales y es presidente del Instituto Argentino de
Recursos Hídricos.
Pochat destacó que la Argentina progresó en muchos aspectos
respecto de las políticas hídricas, pero señaló que hay desafíos pendientes.
"La meta debe ser suministrar agua potable y saneamiento a los lugares que
aún no cuentan con este servicio", sostuvo.
-¿Algún día podremos
corregir estos errores?
-Confío en que sí. Estamos muy atrasados con relación a
otros países de América Latina. Ahora hay propósitos y planes de encarar estos
temas. Se abre una esperanza. Es un tema fundamental. Otro tema que tenemos que
ver es cómo manejamos el agua de riego, no solo en las zonas árida y semiárida,
donde hay tradición en la forma de manejarlos, y sin embargo hay grandes
ineficiencias. Pero también hay que ver lo que es la pampa húmeda, donde se lo
utiliza como riego complementario en época de secas, buscando más producción.
-¿Qué debemos tener
en cuenta?
-Hay dos situaciones. Primero, el uso eficiente del agua.
Gran parte de ese riego se hace con agua subterránea y hay que tratar de tener
cuidado de no sobreexplotar los acuíferos. Lamentablemente, no hay tradición de
conocer bien los acuíferos, porque siempre se dependió del agua de lluvia y se
utiliza en forma indiscriminada. Otro tema, frente a la producción agrícola, es
ser muy cuidadosos con el uso de fertilizantes, pesticidas y plaguicidas, que
llevan a la contaminación de las aguas, tanto las superficiales como
subterráneas. Hay que estudiar muy bien, usar muy racionalmente esos elementos,
ver si pueden reemplazarse los más contaminantes por menos contaminantes, para
no tener problemas con nuestros cuerpos de agua posteriormente.
-¿Cuán lejos o cerca
está el mundo de una "guerra" por el agua dulce?
-Diría que a pesar de que se habla mucho del tema, las
estadísticas señalan que ha habido más acuerdos por temas del agua, incluso
entre países enfrentados por otras cuestiones. Creo que el mundo, en ese
sentido, ha progresado mucho en materia de buscar acuerdos. Nuestros países de
la cuenca del Plata, incluidos la Argentina y Chile, siempre han buscado
acuerdos en cómo gestionar los recursos compartidos.
-Pero en otros puntos
del mundo la escasez de agua podría generar conflictos. ¿Se está progresando en
la idea de llegar a acuerdos?
-No quiere decir que no haya acuerdos, pero se está
trabajando en esa dirección. Hay una mentalidad bastante generalizada de que es
necesario buscar acuerdos. Los conflictos surgen en zonas de escasez, no en
zonas de abundancia, por lo que significa contar con el recurso. Hay que tratar
de que los conflictos no se inicien por la calidad del agua, es decir que haya
acuerdo en que los países no contaminen las aguas que comparten con otros. En
ese sentido estamos encaminados para evitar una guerra del agua. Por: José E.
Bordón // TOMADO DE LA NACION DE AR
No hay comentarios:
Publicar un comentario