Las cuatro razones del derrame en Lizama 158
550 barriles de petróleo fueron los que se derramaron
durante la emergencia ambiental en el pozo Lizama 158, propiedad de Ecopetrol,
en marzo pasado. FOTOS COLPRENSA
Las cuatro razones del derrame en Lizama 158
Las investigaciones continúan en la zona por parte de
organismos de control y autoridades ambientales, mientras que, según ONU
Ambiente, la recuperación tardará por lo menos un año.
Cuatro meses después del derrame de petróleo en el pozo
Lizama 158, Ecopetrol dio a conocer que fueron cuatro factores los que
generaron la emergencia la cual extendió alrededor de 20 kilómetros en La
Fortuna, Santander.
En el informe de la petrolera, entregado a los organismos de
control y autoridades ambientales, se lee que después de analizar los
antecedentes del campo petrolero y la cronología de esta emergencia, las cuatro
razones están conectadas y que “si alguna no se hubiera presentado, no hubiera ocurrido
el evento, lo que permite calificarlo como atípico, imprevisible,
extraordinario y con probabilidades casi inexistentes de repetirse” (ver
Paréntesis).
¿Qué influyó?
La primera razón que indica la compañía tiene que ver con
que en noviembre del año pasado, al intervenir el pozo, luego de haberlo
suspendido para definir su “eventual reactivación o abandono”, se produjo la
caída de una tubería, lo que originó la ruptura del “blanking plug”, un tapón o
barrera que impide que los fluidos del yacimiento llegaran a la cabeza del
pozo.
Además, explica la compañía, que estos trabajos fueron
elaborados por un contratista, por lo que presentó “demanda contra dicha
empresa en el Tribunal Contencioso Administrativo de Cundinamarca”.
Como segunda razón, explica que al romperse ese tapón se
produjo un flujo imprevisto que provocó la pérdida de integridad mecánica en el
revestimiento de producción, pues estaba corroído.
“Esta situación se evidenció en un orificio de seis pulgadas
de diámetro, a una profundidad de 961 pies”, agrega.
La presencia de fallas geológicas en la zona, sumado a otros
factores, fue la tercera razón, pues permitió que los fluidos llegaran a la
superficie.
La última condición se relacionó con el tiempo de exposición
de las “formaciones superiores a la sobrepresión del yacimiento”, lo que
permitió que los fluidos, agua, lodo, crudo y gas salieran a la superficie y se
extendieran por los cerca de 20 kilómetros, afectando flora, fauna y la labor
de los pescadores y los habitantes de la región.
Cuestión de
aprendizaje
Sobre esto y lo que viene, Johana Andrea Velásquez, magíster
en restauración de ecosistemas de la Universidad de Alcalá (España), destaca
que las compañías deben hacer un monitoreo constante de sus tuberías de
conducción y de la infraestructura en general, para evitar que situaciones como
esta, pese a que fue imprevisible, se registren de nuevo en el futuro en el
país.
La experta recuerda que con “con una sola gota que se
derrame” la afectación es directa sobre el recurso hídrico y el ambiente.
Finalmente, Ecopetrol indicó que el abandono definitivo del
pozo se efectuó el pasado 11 de julio.
EFECTOS FUERON DE NIVEL MEDIO
En su informe de junio, tras analizar la emergencia, Daniel
Stothart, líder de la misión de ONU Ambiente que revisó la contingencia, dejó
claro que los efectos fueron de un “nivel medio”. Sin embargo, coincidiendo con
el informe, Ecopetrol resalta que fue clave el plan de atención a la
contingencia y que las labores se han concentrado en la limpieza de las fuentes
hídricas –que hoy no tienen presencia de crudo– y el desarrollo de un plan de
inversión social y ambiental para impulsar la economía de la región y mejorar
las condiciones de vida de sus habitantes.
RICHARD AGUIRRE FERNÁNDEZ Periodista nacido en Calarcá.
Camino entre Antioquia, Caldas y Quindío.
TOMADO DE EL COLOMBIANO
No hay comentarios:
Publicar un comentario