Un criador muestra la especie de rana que se usa para el
antibiótico. | EFE
Un investigador mexicano creó un antibiótico a partir de
piel de rana que cura la inflamación de las ubres de las vacas sin dejar
rastros tóxicos en la leche, además de ser una alternativa para combatir las
bacterias y curar algunas enfermedades en humanos.
Alfonso Islas, académico del campus de Ciencias Biológicas
de la Universidad de Guadalajara (oeste de México), creó y patentó esta
sustancia bautizada como "ranimicina", que utiliza las propiedades
antimicrobianas que la rana desarrolla de manera natural para protegerse del
medio ambiente.
El especialista en inmunología explicó a Efe que desarrolló
un estudio financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología mexicano
para aprovechar la piel de la rana americana (también conocida como rana toro o
catesbeiana), criada en la región Valles de Jalisco para cocinar un platillo
con sus ancas.
Islas tomó los trozos de piel de rana desechados en los
restaurantes para someterlos a un proceso homogeneización y extraer las moléculas
mediante centrifugado. Así descubrió que tiene 23 péptidos o moléculas que
sirven como antibióticos naturales.
Con ellas creó una fórmula que elimina bacterias como el
staphylococcus aureus meticilina y la pseudomona aeruginosa, causantes de
infecciones intrahospitalarias y que han mostrado ser resistentes a los
antibióticos como la penicilina y sus derivados, afirmó.
"Sometimos la fórmula a exámenes bacteriológicos y se
logró matar bacterias como la escherichia coli (causante de enfermedades
intestinales), entre otras. Es de amplio espectro y es un extracto muy bueno
para combatir infecciones", dijo.
Uno de sus colegas lo retó a probar el compuesto en las
vacas, pues cerca del 20% de los bovinos sufren mastitis, es decir,
inflamaciones e infección en las glándulas mamarias causadas por las máquinas
que extraen la leche, que se presenta particularmente en época de lluvia.
SIN RESIDUOS TÓXICOS EN LA LECHE
El antibiótico aplicado a 280 vacas enfermas logró curarlas
en cinco días y evitó que estas fueran retiradas del proceso de producción como
ocurre cuando reciben tratamiento con penicilina, pues el antibiótico natural
no deja ningún residuo tóxico en la leche. // TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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