Van 90 líderes sociales asesinados en 2018 según la ONG
Somos Defensores
Manifestación en contra del asesinato de líderes sociales.
FOTO: JULIO CÉSAR HERRERA / EFE | La andanada de homicidios de líderes sociales
en Colombia, que suma 90 en lo que va de año -diez desde la segunda vuelta
presidencial en junio- y más de 330 desde que se firmó la paz con las Farc en
2016, da cuenta de “una crisis de grandes proporciones” de los derechos
humanos, que viven sus defensores en “soledad” y con una “suma de miedos”.
El coordinador de Somos Defensores, Carlos Guevara, da
cuenta de estos hechos en un artículo publicado hoy en Firmas de Efe, en el que
se pregunta: “¿existe un ‘plan pistola’ que pretende exterminar a estos
activistas?”.
Guevara indica que, en plena transición del gobierno
saliente de Juan Manuel Santos al del electo, Iván Duque, quien tomará posesión
el 7 de agosto, se tiene aún “la posibilidad de parar el desangre que pone en
jaque la paz en Colombia” y pide “vigilancia y apoyo de la comunidad
internacional”.
“Este año ha sido nefasto para los líderes sociales y sus
organizaciones, que semana tras semana enfrentan mil y una vicisitudes que
amenazan su vida y su trabajo” y a “esta violencia letal se suma la
proliferación de amenazas proferidas por medio de panfletos o de acciones de
hostigamiento”, dice Guevara.
El autor detalla que el último caso de amenazas es el de la
profesora Deyanira Ballestas, quien recibió una llamada de un comandante
paramilitar en la que se le instaba a abandonar su pueblo y se la amenazaba de
muerte. El audio se ha hecho viral en las redes sociales.
Según Guevara, hay distintos “hechos inquietantes”, como la
llegada al poder del Centro Democrático, el partido del antiguo presidente
Álvaro Uribe (2002-2010) y del electo, Iván Duque.
“Los líderes sociales conocen la manera como este partido
aborda temas como la protesta social, el activismo por los derechos humanos, la
reivindicación de pueblos excluidos históricamente y la participación política
de la oposición”, dice el coordinador de la organización Somos Defensores.
“También revivió el miedo a la militarización de la vida
civil, un fenómeno con el cual los líderes sociales tuvieron que luchar durante
ocho años (Gobierno de Uribe) y que posiblemente se repetirá ahora”, añade.
Mientras tanto, Guevara considera que “el aumento
exponencial de los asesinatos en los últimos meses estuvo acompañado por el
silencio institucional”, hasta el pasado 5 de julio, cuando una sucesión de
asesinatos inundaron de titulares la prensa colombiana.
A la impunidad, que dice Guevara es del 87% en los más de
500 asesinatos de líderes entre 2009 y 2017, se suma “el miedo a que la guerra
no termine” en Colombia, pese al acuerdo de paz firmado con las FARC hace dos
años.
“Este miedo lo causan las disidencias de las Farc
fortalecidas, el Eln en expansión, el resurgimiento del Epl y el reavivamiento
de grupos de ascendencia paramilitar en las zonas que ocupaban las Farc, así
como las confrontaciones entre todos estos actores”, argumenta el activista.
A estos actores, según Guevara, se añade “la llegada de
carteles de narcotraficantes mexicanos que están poniendo dinero, armas y apoyo
para controlar el negocio de las drogas de manera directa o en alianza con
grupos locales”.// TOMADO DE EL COLOMBIANO
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