miércoles, 18 de julio de 2018

EL SATÉLITE KEPLER SE APAGA SIN REMEDIO


Quizás una de las máximas virtudes del hombre, es el inconformismo y su  permanentemente búsqueda de lo nuevo, de lo desconocido. En ocasiones con un fin determinado, para confirmar una hipótesis y en otros simplemente hurgando en lo desconocido. Desde nuestros ancestros remotos, que buscaban mejorar su forma de vida, hasta el científico moderno que busca encontrar explicaciones a los fenómenos estudiados y respuestas a nuevos interrogantes
planteados. La propia palabra guarda esta esencia,  en latín scientia, de scire, que significa “conocer”.
Entre las muchas preocupaciones que motivan a la humanidad actualmente está el estudio y “conquista” del espacio exterior a nuestro planeta tierra. Esto tiene dos motivaciones primarias, su estudio para determinar el origen del universo y otro mucho más inquietante, encontrar posibles planetas capaces de permitirnos la vida tal como la conocemos.
Entre los muchos ingenios que el hombre desarrolló, desde el pasado siglo, se encuentra hoy: Kepler un observatorio espacial, que orbita alrededor del Sol y busca planetas extrasolares, especialmente aquellos de tamaño similar a la Tierra, que se encontrarán en la zona de habitabilidad de su estrella (entiéndase análogo a la Tierra), este proyecto se conoce como, Misión Kepler. El nombre de este satélite es un epónimo, en dedicatoria al astrónomo y matemático Johannes Kepler (1571-1630), descubridor de las tres leyes que describen las características de las órbitas planetarias.
Inicialmente la misión debía durar 3,5 años y se esperaba que a su finalización, fijada inicialmente a finales de 2012 y ampliada posteriormente a 2016, permitiese descubrir varios planetas de tamaño similar a la Tierra, orbitando su estrella a una distancia comparable a la de nuestro planeta.​ Sin embargo algunos imprevistos hicieron necesario más tiempo.
Características del Telescopio espacial Kepler.
La sonda espacial tiene las siguientes dimensiones  4,7 m de alto por 2,7 m de diámetro, y pesa 1039 kg, sin contar con algo más de 10 kg de hidrazina usada como propelente.​ El telescopio, montado sobre una estructura hexagonal de aluminio, cuenta con 10 m2 de paneles fotovoltaicos que generan 1 kW de energía eléctrica para la nave. ​ El costo de la operación ha sido estimado en 600 millones de dólares  y ocupa a 200 científicos de la NASA.​
La nave está preparada para analizar parcialmente la información del sensor, recolectada cada 30 segundos, para enviar únicamente la información relevante a la estación de procesamiento en la Tierra.
Según la NASA, "La Misión Kepler fue la primera en el mundo con la capacidad de detectar realmente planetas análogos a la Tierra orbitando estrellas similares a nuestro Sol en una zona habitable".​
El objetivo de la sonda fue observar simultáneamente unas 150 000 estrellas, y analizar su brillo cada 30 minutos para detectar posibles tránsitos de planetas.
Este dato es crucial para responder a una pregunta por desvelar ¿estamos solos en el universo?
Cuando se lanzó, los astrofísicos desconocían la cantidad de exoplanetas que podía haber en el Universo. Kepler ha encontrado, más de 4000 de estos mundos.
Esto ha ayudado a los astrofísicos a comenzar a agrupar a los exoplanetas en función de sus características para así poder entender sus orígenes. Existe otra semejante a Kepler, la  misión europea Corot, que lanzó otro satélite similar, aunque menos potente, a finales de diciembre de 2006.
Se ha estimado que Kepler podía encontrar uno de cada 217 planetas similares a la tierra, que se encuentren en las aproximadamente 150 000 estrellas analizadas. Esto quiere decir que si todas las estrellas tuviesen un planeta similar a la tierra, la sonda Kepler encontraría unos 465. Extrapolando este dato con los resultados obtenidos, se puede estimar el número de planetas similares a la tierra que existen en la galaxia.
El primer éxito de la sonda espacial Kepler consistió en obtener detalles sobre la atmósfera de un Júpiter caliente (un planeta gaseoso como Júpiter pero más cercano al sol, y por tanto más caliente), en la constelación de Cisne, a 1000 años luz de distancia, y que tiene una temperatura de aproximadamente 2 377 C°
Según los hallazgos de Kepler, el astrónomo Seth Shostak estimó en 2011 que "dentro de mil años luz de la Tierra" hay "por lo menos 30.000" planetas habitables. El equipo de Kepler también ha calculado que hay "al menos 50 mil millones de planetas en la Vía Láctea", de los cuales "al menos 500 millones" están en la zona habitable. Esto significaría que hay "dos mil millones" de estos "análogos de la Tierra" sólo en la Vía Láctea...
Siguiendo la órbita de la Tierra a 154 millones de kilómetros de distancia, el telescopio espacial Kepler ha sobrevivido a muchos potenciales nocauts durante sus nueve años de vuelo, desde fallas mecánicas hasta el estallido de rayos cósmicos. Todo hace esperar que la robusta nave espacial pueda alcanzar los objetivos propuestos antes de que se agote su combustible y llegar a su meta de una manera considerada un éxito.
Charlie Sobeck, ingeniero de sistemas de las misiones del telescopio espacial Kepler, confirmó por medio de un comunicado de la NASA que el telescopio está llegando al final de su vida, algo que sucederá, según las estimaciones, en los próximos meses una vez que se quede sin combustible.
La NASA decidió colocar a Kepler en una órbita alrededor del Sol que está más allá de la influencia de la Tierra y la Luna para simplificar las operaciones y garantizar un entorno extremadamente silencioso y estable para las observaciones científicas. En esta ubicación no existe mecanismo conocido para reaprovisionarlo de combustible
Finalmente serán apagados los transmisores de la nave espacial y desactivada la protección de fallas a bordo que los volvería a encender. Si bien la nave espacial está muy lejos de la Tierra y requiere enormes antenas para comunicarse con ella, es una buena práctica apagar los transmisores cuando ya no se utilizan y no contaminar las transmisiones que podrían causar posibles interferencias. Después del final del vuelo, el equipo de Kepler terminará su trabajo para procesar los datos restantes y ponerlos a disposición de los científicos de todo el mundo a través de los archivos de datos de la NASA en el Archivo Mikulski para Telescopios Espaciales y el Archivo Exoplaneta de la NASA
Fuentes: NASA, www.xataka.com, Charlie Sobeck, ingeniero de sistemas de las misiones NASA
NOTA: Esta es una nota reducida de mí original. Quien dese leerla completa, solo tiene que solicitármela  a mi correo electrónico. 
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web

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