Quizás una de las máximas virtudes del hombre, es el
inconformismo y su permanentemente
búsqueda de lo nuevo, de lo desconocido. En ocasiones con un fin determinado,
para confirmar una hipótesis y en otros simplemente hurgando en lo desconocido.
Desde nuestros ancestros remotos, que buscaban mejorar su forma de vida, hasta
el científico moderno que busca encontrar explicaciones a los fenómenos
estudiados y respuestas a nuevos interrogantes
planteados. La propia palabra
guarda esta esencia, en latín scientia,
de scire, que significa “conocer”.
Entre las muchas preocupaciones que motivan a la humanidad
actualmente está el estudio y “conquista” del espacio exterior a nuestro
planeta tierra. Esto tiene dos motivaciones primarias, su estudio para
determinar el origen del universo y otro mucho más inquietante, encontrar
posibles planetas capaces de permitirnos la vida tal como la conocemos.
Entre los muchos ingenios que el hombre desarrolló, desde
el pasado siglo, se encuentra hoy: Kepler un observatorio espacial, que orbita
alrededor del Sol y busca planetas extrasolares, especialmente aquellos de
tamaño similar a la Tierra, que se encontrarán en la zona de habitabilidad de
su estrella (entiéndase análogo a la Tierra), este proyecto se conoce como, Misión
Kepler. El nombre de este satélite es un epónimo, en dedicatoria al astrónomo y
matemático Johannes Kepler (1571-1630), descubridor de las tres leyes que
describen las características de las órbitas planetarias.
Inicialmente la misión debía durar 3,5 años y se esperaba
que a su finalización, fijada inicialmente a finales de 2012 y ampliada
posteriormente a 2016, permitiese descubrir varios planetas de tamaño similar a
la Tierra, orbitando su estrella a una distancia comparable a la de nuestro
planeta. Sin embargo algunos imprevistos hicieron necesario más tiempo.
Características del Telescopio
espacial Kepler.
La sonda espacial tiene las siguientes dimensiones 4,7 m de alto por 2,7 m de diámetro, y pesa
1039 kg, sin contar con algo más de 10 kg de hidrazina usada como propelente.
El telescopio, montado sobre una estructura hexagonal de aluminio, cuenta con
10 m2 de paneles fotovoltaicos que generan 1 kW de energía eléctrica para la
nave. El costo de la operación ha sido estimado en 600 millones de dólares y ocupa a 200 científicos de la NASA.
La nave está preparada para analizar parcialmente la
información del sensor, recolectada cada 30 segundos, para enviar únicamente la
información relevante a la estación de procesamiento en la Tierra.
Según la NASA, "La
Misión Kepler fue la primera en el mundo con la capacidad de detectar realmente
planetas análogos a la Tierra orbitando estrellas similares a nuestro Sol en
una zona habitable".
El objetivo de la sonda fue observar simultáneamente unas
150 000 estrellas, y analizar su brillo cada 30 minutos para detectar posibles
tránsitos de planetas.
Este dato es crucial para responder a una pregunta por
desvelar ¿estamos solos en el universo?
Cuando se lanzó, los astrofísicos desconocían la cantidad
de exoplanetas que podía haber en el Universo. Kepler ha encontrado, más de
4000 de estos mundos.
Esto ha ayudado a los astrofísicos a comenzar a agrupar a
los exoplanetas en función de sus características para así poder entender sus
orígenes. Existe otra semejante a Kepler, la misión europea Corot, que lanzó otro satélite
similar, aunque menos potente, a finales de diciembre de 2006.
Se ha
estimado que Kepler podía encontrar uno de cada 217 planetas similares a la
tierra, que se encuentren en las aproximadamente 150 000 estrellas analizadas.
Esto quiere decir que si todas las estrellas tuviesen
un planeta similar a la tierra, la sonda Kepler encontraría unos 465.
Extrapolando este dato con los resultados obtenidos, se puede estimar el número
de planetas similares a la tierra que existen en la galaxia.
El primer éxito de la sonda espacial Kepler consistió en
obtener detalles sobre la atmósfera de un Júpiter caliente (un planeta gaseoso
como Júpiter pero más cercano al sol, y por tanto más caliente), en la constelación
de Cisne, a 1000 años luz de distancia, y que tiene una temperatura de
aproximadamente 2 377 C°
Según los hallazgos de Kepler, el astrónomo Seth Shostak
estimó en 2011 que "dentro de mil años luz de la Tierra" hay
"por lo menos 30.000" planetas habitables. El equipo de Kepler
también ha calculado que hay "al menos 50 mil millones de planetas en la
Vía Láctea", de los cuales "al menos 500 millones" están en la
zona habitable. Esto significaría que hay "dos mil millones" de estos
"análogos de la Tierra" sólo en la Vía Láctea...
Siguiendo la órbita de la Tierra a 154 millones de
kilómetros de distancia, el telescopio espacial Kepler ha sobrevivido a muchos
potenciales nocauts durante sus nueve años de vuelo, desde fallas mecánicas
hasta el estallido de rayos cósmicos. Todo hace esperar que la robusta nave
espacial pueda alcanzar los objetivos propuestos antes de que se agote su
combustible y llegar a su meta de una manera considerada un éxito.
Charlie Sobeck, ingeniero de sistemas de las misiones del
telescopio espacial Kepler, confirmó por medio de un comunicado de la NASA que
el telescopio está llegando al final de su vida, algo que sucederá, según las
estimaciones, en los próximos meses una vez que se quede sin combustible.
La NASA decidió colocar a Kepler en una órbita alrededor
del Sol que está más allá de la influencia de la Tierra y la Luna para
simplificar las operaciones y garantizar un entorno extremadamente silencioso y
estable para las observaciones científicas. En esta ubicación no existe mecanismo
conocido para reaprovisionarlo de combustible
Finalmente serán apagados los transmisores de la nave
espacial y desactivada la protección de fallas a bordo que los volvería a
encender. Si bien la nave espacial está muy lejos de la Tierra y requiere
enormes antenas para comunicarse con ella, es una buena práctica apagar los
transmisores cuando ya no se utilizan y no contaminar las transmisiones que
podrían causar posibles interferencias. Después del final del vuelo, el equipo
de Kepler terminará su trabajo para procesar los datos restantes y ponerlos a
disposición de los científicos de todo el mundo a través de los archivos de
datos de la NASA en el Archivo Mikulski para Telescopios Espaciales y el
Archivo Exoplaneta de la NASA
NOTA: Esta es una nota reducida de mí original. Quien dese
leerla completa, solo tiene que solicitármela
a mi correo electrónico.
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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