La exposición de variedades de papa producidas en
Cochabamba. | Los Tiempos
La producción ecológica en Cochabamba alcanzó un volumen de
26 mil toneladas en 2017, según un estudio de diagnóstico realizado por la
fundación Agrecol Andes. El informe estimó un crecimiento sostenido desde 2006,
aunque no logró cuantificar las dimensiones de este incremento, debido a la
ausencia de datos oficiales.
La cifra representa el 2,1 por ciento del total de alimentos
cultivados en Cochabamba, es decir 5.460 toneladas. Sin embargo, la falta de
información y la burocracia impide que más cochabambinos accedan a alimentos
libres de agrotóxicos, explicaron los investigadores.
La coordinadora del proyecto Ecoconsumo de Agrecol, María
Alem, sostuvo que la producción ecológica busca el equilibrio con el ecosistema
al evitar las fumigaciones con agroquímicos, la utilización de fertilizantes
sintéticos y la complementación de alimentos en la siembre.
Según el informe de Agercol, Cochabamba cuenta con 6.200
familias que trabajan los cultivos de forma ecológica. La papa es concentra el
95 por ciento de la producción bajo este sistema, seguida por el maíz junto con
el choclo, luego el trigo y la cebada.
Actualmente se identificaron cerca de 139 tipos de cultivos
en todo el departamento con variedades nuevas, gracias a los esfuerzos de las
instituciones que fomentan este tipo de trabajo con las comunidades.
Sin embargo, Alem advirtió que solamente el 0,02 por ciento
de las 26 mil toneladas producidas el año pasado fueron certificadas.
“Se debe sobre todo a que las instituciones están trabajando
sólo con la producción y no con el consumo. Como no se demanda certificación al
comprar y a veces tampoco se consigue lugar diferenciado para vender la
producción certificada, los productores no tienen motivación para certificar”,
detalló.
La certificación ecológica es un requisito establecido en la
Ley 3525 para comercializar en todo el país. La normativa fue promulgada en
2006 con el objetivo de fomentar la producción de alimentos libres de
agrotóxicos.
En este sentido, el Director de Agrecol afirmó que el
fenómeno es provocado por falta de recursos asignados para el cumplimiento de
la ley y el desinterés por voluntad política de las alcaldías para apoyar estas
iniciativas.
“Apostar por la producción ecológica va más allá de las
políticas, tiene que haber una voluntad en la gente para empezar a promover un
tipo de producción ecológica adecuada”, añadió.
El diagnóstico también identificó que no existe una demanda
significativa de alimentos ecológicos en los mercados populares.
Sin embargo, Agrecol logró identificar que los clientes de
estos centros de abasta consultan cada vez más por productos “saludables”, pero
priorizan precios bajos, aspecto y “yapa”. El 75 por ciento de los alimentos
ecológicos tienen el mismo costo que los convencionales, contrariamente a la
percepción de la ciudadanía, que asegura que son más caros.
HAY DEMANDA DE ALIMENTOS ORGÁNICOS
Anteriormente, el director de Productividad Biosfera y Medio
Ambiente (Probioma), Miguel Ángel Crespo, destacó que desde 2010 existe una
fuerte demanda de alimentos orgánicos, o ecológicos, cuyo costo puede
incrementarse entre un 15 y un 30 por ciento con relación a la producción
tradicional.
Según datos de Probioma, a 2014, Estados Unidos demandó
alimentos orgánicos por un valor de 27 mil millones de dólares.
“Hay una demanda muy grande, el problema es que Bolivia no
hace nada para entrar en estos mercados. No tiene con qué. Y son pocas empresas
las que, en el caso de Santa Cruz, están haciendo esfuerzos”, dijo Crespo. //
TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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