Estados Unidos intentó frenar la promoción de la lactancia materna
para favorecer a empresas
NY TIMES.COM/ES Por ANDREW
JACOBS 10 de julio de 2018
Una madre en Brooklyn que no puede lactar, alimenta a su bebé con
leche materna donada. Las ventas de la industria de la fórmula instantánea se
redujeron en los países ricos en los últimos años. Credit James Estrin/The New
York Times
Se esperaba que los cientos de delegados gubernamentales reunidos esta
primavera en Ginebra para la Asamblea Mundial de la Salud, afiliada a las
Naciones Unidas, aprobaran de manera rápida y fácil una resolución para
promover la lactancia materna.
Con base en décadas de investigaciones, la resolución dicta que la
leche materna es la más sana para los niños y que los países deben esforzarse
por limitar la publicidad inexacta o confusa sobre los sustitutos de la leche
materna.
Pero entonces la delegación de Estados Unidos, siguiendo los intereses
de los fabricantes de fórmula para lactantes, dieron un giro a las
deliberaciones.
Los funcionarios estadounidenses buscaron debilitar la resolución al
eliminar una frase que llamaba a los gobiernos a “proteger, promover y apoyar
la lactancia materna”, así como otra parte que instaba a los encargados de las
políticas a restringir la promoción de productos alimenticios que según muchos
expertos pueden tener efectos nocivos en los niños pequeños.
Los secretos de Costa Rica
detrás de un decorado de lujo
Cuando eso falló, comenzaron a recurrir a amenazas, de acuerdo con
algunos diplomáticos y funcionarios de gobierno que participaron en las
discusiones. Ecuador, que tenía planeado introducir la medida, fue el primer
país en encontrarse de pronto en la mira.
Los estadounidenses fueron directos: si Ecuador se negaba a olvidarse
de la resolución, Washington desataría medidas comerciales punitivas y
retiraría la crucial ayuda militar. El gobierno ecuatoriano cedió de inmediato.
La confrontación respecto de este asunto fue relatada por más de una
decena de participantes de distintas naciones, muchos de los cuales solicitaron
permanecer en anonimato por temor a represalias por parte de Estados Unidos.
Los activistas sanitarios se movilizaron para encontrar otro
patrocinador de la resolución, pero al menos doce países, todos ellos naciones
pobres de África y Latinoamérica, se deslindaron, al argumentar el temor a
represalias, de acuerdo con funcionarios uruguayos, mexicanos y
estadounidenses.
“Estábamos asombrados, horrorizados y también tristes”, dijo Patti
Rundall, directora de políticas del grupo activista británico Baby Milk Action,
quien ha asistido a reuniones de la asamblea, el órgano de la Organización
Mundial de la Salud encargado de tomar las decisiones, desde finales de la
década de los ochenta.
“Lo que pasó fue equivalente a un chantaje, con EE. UU. tomando al
mundo de rehén y tratando de revertir casi cuarenta años de consenso sobre la
mejor manera de proteger la salud de los bebés y los niños pequeños”, dijo.
A la postre, los esfuerzos de los estadounidenses no tuvieron éxito.
Fueron los rusos quienes dieron el paso de presentar la medida, y los
estadounidenses no los amenazaron.
La lactancia materna universal podría prevenir 800.000 muertes
infantiles al año en todo el mundo y generar un ahorro de 300.000 millones de
dólares por reducción de costos de atención a la salud.
ESTUDIO DE 2016 EN THE LANCET
El Departamento de Estado se negó a responder a nuestras preguntas, al
indicar que no podía comentar sobre conversaciones diplomáticas privadas. El
Departamento de Salud y Servicios Humanos, la agencia principal en el esfuerzo
por modificar la resolución, explicó la decisión de oponerse a la redacción de
la resolución, pero dijo que no había estado implicado en las amenazas a
Ecuador.
“La redacción original de la resolución ponía obstáculos innecesarios
a las madres que buscan proporcionar una buena nutrición a sus hijos”, asentó
un vocero del Departamento de Salud y Servicios Humanos en un correo
electrónico. “Nosotros reconocemos que no todas las mujeres pueden amamantar,
por distintos motivos. Estas mujeres deben poder escoger y tener acceso a
alternativas para la salud de sus bebés, y no ser estigmatizadas por las
maneras en que pueden hacerlo”. El hombre pidió que se conservara su anonimato
para hablar con mayor libertad.
Aunque los cabilderos de la industria de alimentos para bebés
asistieron a las reuniones en Ginebra, los activistas sanitarios dijeron que no
vieron evidencias directas de que desempeñaran algún papel en las tácticas
intimidatorias de Washington. Esa industria de 70.000 millones de dólares,
dominada por un puñado de empresas estadounidenses y europeas, ha visto una
reducción de sus ventas en los países ricos en los últimos años, conforme más
mujeres adoptan la lactancia materna. En general, se espera que las ventas globales
aumenten un cuatro por ciento en 2018, de acuerdo con Euromonitor, y que la
mayor parte de ese crecimiento tenga lugar en países en vías de desarrollo.
La intensidad de la oposición del gobierno de Estados Unidos a la
resolución sobre lactancia materna asombró a los funcionarios de salud pública
y a los diplomáticos extranjeros, quienes la describieron como marcadamente
contrastante con la postura del gobierno de Obama, que apoyaba de manera
importante la política que la OMS ha sostenido desde hace tiempo de alentar la
lactancia materna.
Durante las deliberaciones, algunos delegados estadounidenses incluso
sugirieron que su país podría recortar sus contribuciones a la OMS, según
mencionaron varios negociadores. Washington es el más grande contribuyente
individual a ese organismo: proporcionó 845 millones de dólares, o
aproximadamente el 15 por ciento de su presupuesto, el año pasado.
Ilona Kickbusch, directora del Centro Mundial de Salud del Instituto
de Estudios de Posgrado Internacionales y de Desarrollo en Ginebra, dijo que
hay un miedo en aumento de que el gobierno de Trump pueda causar un daño
duradero a instituciones internacionales de salud como la OMS, que han sido
vitales para contener epidemias como la del ébola y la creciente cantidad de muertes
debidas a diabetes y enfermedades cardiovasculares en el mundo en desarrollo.
“Está poniendo a todos muy nerviosos, porque si no puedes establecer
acuerdos multilaterales sobre la salud, ¿en qué tipo de asuntos multilaterales
sí podrías hacerlo?”, preguntó Kickbusch.
La inauguración de la Asamblea Mundial de la Salud en mayo. Después de
que los funcionarios estadounidenses presionaron a Ecuador, Rusia presentó una
resolución para apoyar la lactancia materna. Credit Peter Klaunzer/EPA, vía
Shutterstock
Un delegado ruso dijo que la decisión de presentar la resolución sobre
la lactancia materna era un asunto de principios.
“No estamos tratando de ser héroes, pero sentimos que está mal que un
país grande trate de presionar a algunos países muy pequeños, en especial en un
asunto que es muy importante para el resto del mundo”, mencionó el delegado,
quien pidió no ser identificado pues no tenía autorización para hablar con los
medios.
Dijo que Estados Unidos no presionó directamente a Moscú para
retractarse de la medida. No obstante, la delegación estadounidense buscó
desgastar a los otros participantes mediante maniobras de procedimientos en una
serie de reuniones que se extendieron por dos días, un periodo inesperadamente
largo.
A la larga, Estados Unidos no tuvo gran éxito. La resolución final
conservó la mayor parte de la redacción original, aunque los negociadores
estadounidenses sí lograron eliminar las palabras que hacían un llamado a la
OMS para proporcionar asistencia técnica a los Estados miembros que busquen
detener “la promoción inadecuada de alimentos para bebés y niños pequeños”.
Estados Unidos también insistió en que las palabras “basadas en
evidencia” acompañen las referencias a las iniciativas de tiempo atrás que
promueven la lactancia materna, algo que los críticos describieron como un
ardid que podría usarse para socavar los programas que brindan apoyo y consejos
de alimentación a los padres.
Elisabeth Sterken, directora de la Infant Feeding Action Coalition en
Canadá, dijo que cuatro décadas de investigaciones han establecido la
importancia de la leche materna, pues proporciona nutrientes esenciales,
hormonas y anticuerpos que protegen a los recién nacidos de enfermedades
infecciosas.
Un estudio publicado en 2016 en The Lancet reveló que la lactancia
materna universal podría prevenir 800.000 muertes infantiles al año en todo el
mundo y generar un ahorro de 300.000 millones de dólares por reducción de
costos de atención a la salud y mejores desenlaces económicos para quienes son
alimentados con leche materna.
Los científicos se muestran reacios a
llevar a cabo estudios con el método doble ciego en los que se daría a un grupo
leche materna y a otro, sustitutos de esta. “Este tipo de investigación ‘basada
en evidencias’ sería ética y moralmente inaceptable”, dijo Sterken.
Abbott Laboratories, la empresa con
sede en Chicago que es uno de los principales actores en el mercado de 70.000
millones de dólares de los alimentos para bebés, se negó a hacer comentarios.
Recopilado por,
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web
No hay comentarios:
Publicar un comentario