sábado, 11 de marzo de 2017

ENERGÍA SOLAR EN CUBA , potencial para crecer

 Con potencial para crecer más
Bajo la premisa de buscar sistemas de generación de electricidad cada vez menos dependientes de los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas, básicamente), que reduzcan la contaminación ambiental y contribuyan a mitigar el cambio climático, las denominadas fuentes renovables de energía vienen experimentando un notable auge a nivel internacional
Autor: Orfilio Peláez | En Cuba la energía solar fotovoltaica puede aportar mucho al estratégico objetivo de aumentar el peso de las fuentes renovables en la generación de electricidad.
En Cuba la energía solar fotovoltaica puede aportar mucho al estratégico objetivo de aumentar el peso de las fuentes renovables en la generación de electricidad. Foto: Ronald Suárez Rivas
Bajo la premisa de buscar sistemas de generación de electricidad cada vez menos dependientes de los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas, básicamente), que reduzcan la contaminación ambiental y contribuyan a mitigar el cambio climático, las denominadas fuentes renovables de energía vienen experimentando un notable auge a nivel internacional.
Una de las que muestra un desarrollo verdaderamente acelerado es la energía solar fotovoltaica (FV), cuyo basamento radica en convertir la radiación solar en electricidad. Baste decir que si en el 2011 estaban instalados en el mundo 70 500 megawatts de potencia fotovoltaica, al cierre del 2016 la cifra ascendía a unos 300 000 MW, de los cuales 75 000 fueron puestos en funcionamiento en ese propio año.
Los países que tienen el mayor porcentaje de parques FV en plena disposición son, por ese orden, China, Alemania, Japón, Estados Unidos, Italia, Reino Unido, India, Francia, España y Australia. Pese a recibir mucho Sol, América Latina, el Caribe y África disponen de poca energía FV, cuestión que debe ir modificándose en el futuro.
Según explicó a Granma el doctor en Ciencias Daniel Stolik Novygrod, Profesor Titular de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana e Investigador y presidente de la Consultoría Fotovoltaica del Laboratorio Fotovoltaico del Instituto de Ciencias de los Materiales (IMRE) de la capitalina casa de altos estudios, dentro de las causas que fundamentan tan apreciable despegue aparecen el aumento de la eficiencia de las celdas solares, la automatización de la producción FV y el abaratamiento de la inversión inicial.
Precisó al respecto que hace cuatro décadas el módulo FV costaba alrededor de 70 dólares, mientras en el presente mes de marzo las celdas de silíceo cristalino no sobrepasan como promedio los 0,35 USD, es decir el precio disminuyó en 200 veces en el mercado internacional.
«Hoy los módulos e inversores FV, son de fácil traslado y rápida instalación, producen electricidad limpia, renovable, instantánea, sin ocasionar ruidos, con bajos costos de operación y mantenimiento, poco consumo de agua y bajo riesgo de accidente tecnológico, teniendo un ciclo de vida útil enmarcado en alrededor de 25 años».
En opinión del doctor Stolik, quien también desde la Universidad de La Habana asesora al Ministerio de Energía y Minas, y a la Unión Eléctrica sobre el tema, otro aspecto en favor del empleo de la energía fotovoltaica es haber logrado la paridad del costo del kilowatts hora FV con el de la red eléctrica convencional, y la absoluta viabilidad económica de las operaciones una vez puestos en marcha los sistemas, pues el combustible a emplear es el sol y este permanecerá disponible con una gran estabilidad en el mundo durante varios miles de millones de años más, prácticamente en mayor o menor medida en toda la geografía del planeta.
CAMBIAR LA MATRIZ ENERGÉTICA
De acuerdo con lo planteado por el profesor Daniel Stolik, en Cuba hasta el 2012 las instalaciones existentes sumaban menos de 3 MW de potencia fotovoltaica y estaban concentradas fundamentalmente en alrededor de 9 000 pequeños sistemas FV situados en lugares remotos donde no llegaba la red eléctrica nacional, distribuidos en consultorios médicos, escuelas rurales, viviendas y salas de video.
Ya al año siguiente y en consonancia con la voluntad política prevaleciente de impulsar el desarrollo de las fuentes renovables de energía, se erigió el primer parque de un MW conectado a la red eléctrica en Cienfuegos, proceso continuado después en otras provincias.
Paso fundamental hacia el objetivo de ir logrando cambiar de manera paulatina la matriz energética de la nación, muy dependiente de los combustibles fósiles, lo fue la aprobación en el 2014 por el Consejo de Ministros de la Política de las Fuentes Renovables y Uso Eficiente de la Energía, hasta el 2030.
El propósito enunciado en el documento y reiterado en varias oportunidades en informes presentados ante el plenario de la Asamblea Nacional del Poder Popular y en intervenciones de ministros y altos dirigentes del Gobierno y el Partido, es lograr para la citada fecha que no menos del 24 % de la electricidad generada en el país proceda de fuentes renovables (hoy solo representan un aproximado del 4,6 %), entre las que figuran la fotovoltaica, junto a la biomasa, la eólica y la hidráulica.
Cuba, señaló el doctor Stolik, recibe un promedio de radiación solar superior a los 1 800 kilovatios por metro cuadrado al año, lo cual garantiza la disponibilidad y durabilidad de dicho recurso natural en cantidades abundantes.
«Vale apuntar que la radiación más baja de nuestro país es muy superior a la más elevada que pueda tener Alemania, nación que actualmente tiene más de 40 000 MW instalados con un 60 % menos de radiación solar».
Destacó el especialista que uno de los asuntos a resolver es el de la intermitencia en la captación de la radiación solar, debido al paso diurno de nubes y la llegada de la noche.
Para ello, dijo, existen varias alternativas referidas por ejemplo a utilizar plantas de arranque rápido y almacenamiento de electricidad, capaces de cubrir los momentos de interrupciones de forma automatizada.
Las proyecciones muestran que Cuba se propone construir a corto plazo 59 parques fotovoltaicos e incorporarlos al sistema electroenergético nacional. De esa cantidad 33 deben terminarse durante el 2017.
Más allá de lo anterior, el doctor Daniel Stolik afirma que según sus estudios, el potencial de uso de la energía solar fotovoltaica en la Mayor de las Antillas puede ser bastante superior a lo previsto, aportando de forma más acentuada al objetivo estratégico de avanzar hacia la autosuficiencia en materia de generación de electricidad.

Resaltó que para ello el país dispone del requerido capital humano y condiciones naturales favorables a tal empeño, expresadas en la elevada disponibilidad de sol.  Tomado dela Granma de cuba 

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