Las responsabilidades sobre principal afluente de Lima no
están muy claras entre las entidades a cargo de su administración
Río Rímac es inmanejable por la dispersión de competencias
La fuerza del río Rímac destruyó parte del la alameda
construida cerca del puente Nicolás Dueñas, en San Martín de Porres (Foto: El
Comercio/Juan Ponce)
Río Rímac destruye pista y polideportivo cerca de Puente
Dueñas
Óscar Paz Campuzano
Hace dos semanas, el creciente caudal del río Rímac derribó
parte de la alameda y del polideportivo de S/8,5 millones construido cerca del
puente Nicolás Dueñas, sobre el malecón Rímac. Horas después, las
municipalidades de Lima y San Martín de Porres ya estaban culpándose mutuamente
del colapso.
En el 2015, la comuna metropolitana pidió a San Martín de
Porres que paralice la obra por ejecutarse sobre un relleno sanitario que
estrechó la margen derecha del río. Según el abogado municipalista Julio César
Castiglioni, Lima no tiene competencia para detener un proyecto distrital.
El mismo año, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) también
pidió detener la construcción, según informaron ayer voceros de la entidad. Sin
embargo, el distrito gobernado por Adolfo Mattos continuó trabajando.
La ANA es responsable, según la Ley de Recursos Hídricos,
del buen uso de los ríos, y para eso delimita las fajas marginales, pero no
puede desalojar a quienes las invaden. Eso lo deben hacer las municipalidades.
¿Y si la que invade es una municipalidad?
Esta confrontación no llegó a mayores, pero junto a otras
–como la que genera la casa a punto de caer en San Juan de Lurigancho– está
sacando a flote un viejo problema de competencias. ¿Quién pone orden en un río
contaminado e invadido, cuya responsabilidad está repartida entre la ANA, tres
gobiernos regionales, tres provincias y más de 10 distritos?
–Las manos sobre el Rímac–
Las ocupaciones ilegales de la ribera y el cauce, los
desagües industriales y domiciliarios que han hecho del río la alcantarilla de
la ciudad, la colmatación de la zanja y el descontrol de las fuertes avenidas
de agua dan la sensación de que el problema se mira de reojo.
José García Calderón, ex coordinador técnico del Plam 2035,
y Augusto Mendoza, de la Sociedad de Urbanistas del Perú, coinciden en que no
hay una gestión integral del río porque la ANA no tiene todas las herramientas
para resolver un lío tan complejo; eso obliga a la entidad a depender de la
capacidad de cada municipio para, por ejemplo, desalojar a quienes invaden el
cauce.
“La ANA delimita la faja marginal, pero no tiene presupuesto
para ejecutar proyectos. Las que tienen capacidad operativa son las
municipalidades, pero hay problemas políticos que hacen difícil la
coordinación, como ocurre entre Lima Metropolitana y Callao en el tema del
transporte”, afirma García.
La comuna metropolitana está obligada a limpiar el río todos
los años y a mantener el buen estado de los puentes por ser vías metropolitanas,
según el gerente de Fiscalización, Cristian Rosenthal, y el subgerente de
Defensa Civil, Mario Casaretto. Pero el presupuesto del municipio no alcanza
para invertir en la solución integral del río, afirman.
En el 2016, las municipalidades distritales por las que pasa
el río y Lima Metropolitana han invertido en conjunto S/8’274.223 para prevenir
desastres en el Rímac y en su afluente, el Huaycoloro. El Gobierno Regional del
Callao y las municipalidades de la provincia constitucional no invirtieron en
el Rímac. La información se verificó en el portal Consulta Amigable del
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
–Hay un plan–
Se necesitan US$1.006 millones para recuperar el río Rímac,
según el plan maestro que se aprobó el 2015 con cooperación del Gobierno de
Corea. En teoría, la cuenca del río debería estar recuperada en el 2025. La
mayor inversión se concentra en mejorar la calidad de agua, ya que actualmente
el Rímac tiene 1.185 puntos identificados de contaminación [ver infografía].
La ANA, a cargo de la secretaría técnica del grupo
multisectorial que impulsa el plan maestro, informó que se están gestionando
recursos ante el MEF y ante la Agencia Internacional de Cooperación de Corea
(Koica) para los primeros cuatro proyectos del plan.
Recuperar el río que hace posible que Lima y Callao tengan
agua potable parece un sueño que da sus primeros pasos entre una enmarañada
cadena de responsabilidades. Definirlas bien será clave para sostener en el
tiempo una inversión millonaria y necesaria. Tomado de envio de el comercio de Perú
NOTA : PODRIAN HACER UN COMITÉ DE CUENCA
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