Gobierno no contempla
usar glifosato para erradicar cultivos
Continúa la polémica por la fumigación con glifosato de los
cultivos ilícitos. Se buscan soluciones alternativas. FOTO colprensa
Fumigar con glifosato para erradicar los cultivos ilícitos
no es una opción para el Gobierno Nacional. Pese a que la Agencia Europea de
Sustancias y Mezclas Químicas reveló un informe que califica al glifosato como
un herbicida “no cancerígeno”, las consecuencias para la salud siguen
existiendo.
Así se lo explicó a EL COLOMBIANO el ministro de Salud
Alejandro Gaviria. “La Corte Constitucional señala que ante cualquier evidencia
de daño grave a la salud se deben suspender las fumigaciones con glifosato. La
Agencia Europea reconoce que hay implicaciones a la salud y estudios locales
demuestran conexiones causales entre el glifosato y enfermedades respiratorias,
dermatológicas y abortos espontáneos”.
El anuncio de este organismo se emitió en un momento crítico
para el país. Como lo reconoció el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas,
Colombia tiene 188.000 hectáreas cultivadas con coca, lo que representa un
aumento del 13 % en comparación 2016. Con este número de hectáreas se podrían
producir al año 700 toneladas cocaína.
En el Congreso, senadores como Alfredo Rangel, del Centro
Democrático, cuestionaron al Gobierno por no utilizar las aspersiones aéreas
con glifosato, permitiendo el aumento paulatino de cultivos ilícitos. Según
Rangel, la suspensión de fumigaciones hace parte de “lo acordado en La Habana”.
Sin embargo, lo que dice el texto es que se preferirá la erradicación manual.
Sin embargo, como lo explicó el ministro de Salud, la suspensión
de las fumigaciones se presentó en mayo de 2015, justo cuando la Agencia
Internacional para el Estudio del Cáncer (IRAC) emitió un informe calificando
al glifosato como una sustancia tipo 2A, es decir, que puede causar cáncer a
los humanos.
“No es cancerígeno”
La polémica por el glifosato afecta a la multinacional
estadounidense Monsanto, dueña de la patente. Afecta, además, a 140 países que
compran el herbicida por lo menos desde 1970. Según Monsanto, “los herbicidas a
base de glifosato son de los más exhaustivamente probados en el mundo, su
historia de uso es segura”.
Enrico Brivio, portavoz de Salud Pública y Seguridad
Alimentaria de la Comisión Europea (CE), le confirmó a Efe que en un plazo no
menor a seis meses la Unión Europea (UE) deberá tomar una decisión sobre el uso
de glifosato. “La Comisión toma nota del anuncio de la Agencia Europea, que ha
logrado un acuerdo basado en evidencia científica al clasificar al glifosato
como no cancerígeno”.
Si bien la Agencia Europea descarta al glifosato como un
agente cancerígeno, admite que puede generar “irritaciones oculares y alta
toxicidad en un ambiente acuático”. Deja en claro, además, que “la Agencia
proporciona un dictamen científico independiente de los peligros de la
sustancia. No se tiene en cuenta la probabilidad de daños por exposición”.
En caso de que el Gobierno pretenda utilizar la fumigación
con glifosato deberá someter la decisión al Consejo Nacional de Estupefacientes
(CNE), entidad que por ahora concuerda con la Organización Mundial de la Salud
(OMS) en que el glifosato puede tener relación con el cáncer.
Específicamente, investigadores de la OMS encontraron
propiedades cancerígenas tras evaluar los casos de tres campesinos de Estados
Unidos, Canadá y Suecia que tuvieron contacto con el glifosato. Se confirmó la
relación entre el herbicida y el linfoma non hodgkin (cáncer que comienza en
las células llamadas linfocitos).
“La evidencia científica no ha sido refutada, por ende el
Ministerio de Salud no ha cambiado de opinión. De otro lado, la evidencia que
se tiene sobre las aspersiones aéreas demuestran que son ineficientes. Para
erradicar definitivamente una hectárea deben fumigarse 30. La fumigación con
glifosato no va a resolver los problemas de cultivos de coca en Colombia por sí
mismo”, señaló el ministro Alejandro Gaviria.
¿Qué se puede hacer?
¿Cómo erradicar 100.000 hectáreas de coca? Esta es la
pregunta que se está haciendo el designado vicepresidente de la República, el
general Óscar Naranjo. El presidente Juan Manuel Santos le dio esta misión,
dejando claro que “50.000 hectáreas serán erradicadas de manera forzada y las
otras 50.000 por erradicación voluntaria en desarrollo de los acuerdos de paz”.
El senador Juan Manuel Galán, del Partido Liberal, le
recomendó a las autoridades centrarse en “desmantelar los cristalizaderos. No
se debe criminalizar a los campesinos. Consumidores y campesinos son los
eslabones más débiles en la cadena”.
Para Armando Estrada, exministro del Interior, “el aumento
de los cultivos de coca demuestra que el Gobierno no ha tenido una política
seria. El problema de consumo también sigue creciendo. Si se demuestra
científicamente que el glifosato no es nocivo para el ser humano, el Gobierno
colombiano debe proceder a erradicar”.
Mientras no existan certezas científicas, las fumigaciones
con glifosato deben continuar suspendidas. Así lo considera Gloria Amparo
Rodríguez, experta en Derecho Ambiental de la Universidad del Rosario: “Es
recomendable que el Gobierno espere un pronunciamiento de la OMS, pues necesita
bases científicas para tomar una decisión como la de utilizar la aspersión
aérea con glifosato. La idea también sería buscar alternativas menos lesivas,
que no pongan en riesgo ni los cultivos ni la salud de las personas”.
LA POSICIÓN DEL FISCAL GENERAL
A finales de 2016, el fiscal General, Néstor Humberto
Martínez, envió una carta al Ministerio de Justicia señalando se “evalúe la
política de erradicación de cultivos ilícitos, examinar la marcha de acuerdos
con las comunidades y considerar explícitamente la conveniencia de reanudar la
aspersión aérea”. Además, “estudiar el avance y ejecución de programas sociales
y desarrollo alternativo”.
SANTIAGO VALENZUELA Reportero. Creo, como Rainer Werner Fassbinder
, que “ lo que no podemos cambiar, debemos al menos describirlo”. Tomado de el
colombia
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