Un nuevo río, que no será el último de Córdoba
Por Fernando Colautti y Juan Carlos Simo
Hace un año, “aparecía” el cauce de La Paraguaya, en la zona
de Chaján. Desde entonces, se mantiene con caudal permanente. No es el primero
que nace en la región y podrían sumarse otros. A las lluvias se suma un uso de
los suelos rurales que favorece el proceso.
Que un río tenga fecha de nacimiento suena a cuento. Pero en
el sudoeste de Córdoba todos recuerdan que el más nuevo de los ríos de la
provincia fue parido el 25 de noviembre de 2015.
Ese día, un curso de agua se fue abriendo paso socavando
terrenos y manteniendo un caudal que crece después de las lluvias.
La Paraguaya, como le dicen en el lugar, es el único río con
partida de nacimiento. Tiene un hermano mayor en la misma región, el Zelegua,
aparecido también “como de la nada” hace unos 30 años. Muy cerca, en la vecina
San Luis, hace 12 años nacía lo que llamaron Río Nuevo. Luego, se sumaron casi
20 arroyos más.
La idea de que todos los ríos están dibujados sobre la
tierra desde tiempos inmemoriales es incorrecta. Hay nuevos para marcar.
No es el mismo fenómeno de erosión que fabricó las cárcavas
que abrieron suelos en media provincia de Córdoba pero que llevan agua sólo
tras lluvias inusuales. Aquí, en la zona de Chaján, estos ríos nacieron para
quedarse.
Investigadores en temas geológicos y agronómicos advierten
que las causas y condiciones que favorecieron estas apariciones se mantienen
presentes, por lo que es muy probable que otros arroyos sigan la zaga en esta
región.
“No sorprendería que aparezcan otros, ya hay síntomas”,
consigna el ingeniero agrónomo José Manuel Cisneros, investigador y docente
titular de la cátedra de Uso y Manejo de Suelos de la Universidad Nacional de
Río Cuarto.
Año lluvioso. En Chaján llovieron 1.251 milímetros en 2015,
cuando apareció el río, según datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba. En 2014
fueron 694 y en 2013 sumaron 712.
IMÁGENES SATELITALES. El antes y el después del surgimiento
del río
GALERÍA DE FOTOS. Un recorrido por La Paraguaya
¿De dónde sale tanta agua?
Un equipo de La Voz recorrió la zona donde nace La
Paraguaya. “Lo llamamos así porque viene de un cerrito que tiene ese nombre”,
dice Ricardo Reynoso, intendente de los 1.200 habitantes de Chaján.
Es en el campo de Raúl Fernández donde brotan de la tierra
las vertientes que le dan el primer tímido caudal. “El arroyito acá estuvo
siempre, pero se secaba. El año pasado, hizo explotar un bañado y llegó a la
ruta”, dice.
Raúl y su empleado Daniel Flesia cuentan la misma historia:
que el arroyo empezó a tener más volumen después de un sismo que movió el suelo
en esa zona, cercana a la falla de Sampacho. Pero también coincide con los tres
últimos años, más lluviosos.
Lo explica mejor José Corigliano, ingeniero agrónomo y
docente de la UNRC, quien investigó esta región para su tesis: “Una causa
evidente, pero no única, es que llovió más en los últimos años. Las napas han
subido y afloran. Pero eso ocurre también porque los suelos están mucho más
compactados por el tipo de uso agrícola de las últimas décadas”.
También precisa que se trata de suelos frágiles que, con
topografía en pendiente, facilitan la erosión. “Y al desaparecer el bosque
nativo, los pastizales naturales y el uso ganadero que requería de pasturas
todo el año, las condiciones variaron. Ahora, en su mayor parte se destinan a
cultivos, con predominio de soja y en general sin suficiente rotación. Tampoco
hay siembra en invierno, dejando durante parte del año los suelos desnudos”,
detalla Corigliano.
Riesgos
El caudal actual de La Paraguaya es el más bajo desde que
nació. Para el verano, la situación puede agravarse. Hace un año, Chaján estuvo
al borde de quedar aislado por el agua sobre ruta nacional 8.
El intendente Reynoso hace foco en ese riesgo: “Hemos rogado
a Vialidad Nacional una obra de alteo de la ruta. En el cruce con La Paraguaya
apenas hay una simple alcantarilla, que con lluvias intensas será desbordada”.
Por esa ruta circulan unos 6.500 vehículos por día.
El jefe municipal admite que el tipo de producción rural
varió en las últimas décadas en la zona. “Antes, todo esto era monte y pajonal
más que campos cultivados, y predominaba la ganadería sobre la agricultura. Ese
cambio es parte del problema”, dice.
La Paraguaya recorre unos 12 kilómetros desde su misteriosa
naciente hasta pegar contra la ruta 8, entre Chaján y Sampacho. Desde allí abre
un tajo entre campos por otros 12 kilómetros y termina alimentando al río
Chaján, que a su vez nutre al Ají, que tributa al río Cuarto.
Un número que cita Corigliano describe el impacto regional:
esa cuenca hídrica que históricamente recogía el agua de unas 20 mil hectáreas
ahora lo hace sobre casi 30 mil.
Reynoso remarca que la suma de caudales genera riesgos
también de desbordes sobre ruta nacional 7, en Vicuña Mackenna y Washington.
“Hay que rezar para que este verano no se desborde todo”, ruega el intendente.
Una situación en espejo. Cerca de Chaján, en la provincia de
San Luis, se da un fenómeno similar. Hace una década, nacieron un río y varios
arroyos. Stella Bogino, investigadora de la Universidad Nacional de San Luis,
plantea la influencia de la deforestación entre las causas. “La vegetación
natural que había antes absorbía más agua que los suelos agrícolas. Y el agua
que sobra busca correr por algún lado”, apunta. En 1962 quedaba la mitad del
bosque nativo original y hoy apenas subsiste el 10 por ciento en esa región
puntana, según Bogino. En esa zona del sur de San Luis, se inició ahora un plan
de reforestación masiva. Tomado de la voz de cordoba , sugerido en face de hugo
vicino VER MAS : http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/un-nuevo-rio-que-no-sera-el-ultimo-de-cordoba
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