Los humedales,
barreras contra las inundaciones, están amenazados
Así se desprende de un informe del Ministerio de Ambiente de
la Nación; sostiene que la expansión inmobiliaria y la extensiónde las tierras
para la agricultura son las principales causas
Los Esteros del Iberá, uno de los humedales más importantes
del país. Foto: Archivo / Fernando Gutiérrez
La presión sobre los humedales, la deforestación, el aumento
de la temperatura y las lluvias provocadas por el cambio climático son los
problemas ambientales más acuciantes que sufre la Argentina. Así se desprende
de un extenso y detallado informe presentado ayer por el Ministerio de Ambiente
y Desarrollo Sustentable de la Nación. El área potencial que ocupan los
humedales es de cerca del 23% de la superficie del país y es uno de los
ecosistemas más degradados. Estas extensiones de agua sirven como grandes
amortiguadores ambientales, por ejemplo, para las inundaciones.
"En las últimas décadas, la principal causa de la
pérdida de humedales continentales fue la conversión o el drenaje para el
desarrollo de la agricultura, en tanto que para los humedales costeros,
específicamente, la amenaza más grave es la conversión asociada a la expansión
urbana y suburbana", se sostiene en el Informe del Estado del Ambiente,
que debe ser presentado anualmente. Sin embargo, el último había sido
presentado en 2012.
La región más afectada del país, según se desprende del
diagnóstico oficial, es el corredor fluvial de los ríos Paraná y Paraguay, en
donde se encuentran emplazadas grandes obras hidráulicas y viales y centros
urbanos.
"Las intervenciones para la generación de electricidad,
el abastecimiento de agua, el control de inundaciones y la construcción de vías
de transporte pueden generar efectos como la fragmentación, la pérdida de
conectividad, la destrucción de hábitats, cambios en la dinámica hidrológica,
de flujos geoquímicos y la pérdida de especies, tanto en los sitios donde se
emplazan las obras como en los que están aguas abajo", se lee en el
trabajo.
Y detalla que el secado de humedales por la construcción de
terraplenes, endicamiento y drenado, para su conversión en tierras
agropecuarias o forestales, constituye un claro ejemplo de su transformación en
sistemas con propiedades terrestres.
"Este verdadero incumplimiento de las obligaciones del
Estado privó a la ciudadanía de información vital durante más de una
década", explica el ministro Sergio Bergman en el prólogo del estudio.
"Esta decisión estratégica dio inicio a una verdadera política de Estado
en materia ambiental, inexistente hasta entonces, que posibilita hoy, en
nuestro primer año de gestión, no sólo dar cumplimiento en tiempo y forma al
mandato establecido por la ley marco de la política ambiental nacional, sino
también para transparentar e informar debidamente a la sociedad sobre la
situación del ambiente en la Argentina", agrega.
Críticas En la presentación hubo referentes de la
sociedad civil, representantes políticos y se destacó la presencia del vicejefe
del gabinete nacional, Mario Quintana.
Varios ONG, como la Fundación Ambiente y Recursos Naturales
(FARN), ante el incumplimiento del Estado, comenzaron a hacer sus propios
relevamientos.
"Celebramos que se presente este informe. Pero en este
año de gestión del nuevo gobierno uno de los principales obstáculos es la
ausencia de un actor institucional que lidere la agenda ambiental. Vale decir
que pueda obrar como garantía de control de aquellas políticas que puedan
afectar al ambiente", dijo Andrés Nápoli, director ejecutivo de la FARN.
La ONG se refiere a la tensión que existe entre las carteras productivas como
Energía, Agricultura y Minería. Esos ministerios enviaron a funcionarios de
segunda línea porque los titulares acompañaron al presidente Mauricio Macri en
otra presentación, según la explicación oficial. El trabajo hace hincapié en el
estado del agua. Además de los humedales incluye el estado de las cuencas
hídricas y los glaciares. "En la Argentina se registra una tendencia a un
consumo creciente de agroquímicos, algunos de los que contienen sustancias
químicas como los clorados y fosforados, nitritos, nitratos y fosfatos."
Por primera vez hay un intento de comenzar a medir la cantidad de agroquímicos
que se usan porque, hasta el momento, se desconoce.
"El uso indebido de agroquímicos puede generar efectos
no deseados sobre diversos ecosistemas, los cursos de agua y la salud de la
población. Por ello, desde hace ya muchos años, se reclamó la necesidad de
contar con un marco regulatorio integral que considere la responsabilidad de
los distintos actores que actúan en la cadena de producción, comercialización y
aplicación de dichos productos", indicó Nápoli.
Respecto de la deforestación, el informe da cuenta de la
emergencia. "El porcentaje de la superficie del país cubierto con bosque
nativo (tierras forestales) era de 11,26% en 1998 y bajó al 9,77% en 2015. En
términos de área absoluta, el país pasó de contar con 31,4 millones de
hectáreas en 1998 a 27,3 millones en 2015. Esto representa una disminución de
4.150.000, a una tasa anual de
deforestación de 0,83%." La buena noticia
es que el año pasado la tasa de deforestación bajó un 16%, aunque no hay
detalles de ese relevamiento. Por laura rocha , tomado de la nación de ar
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