martes, 30 de mayo de 2017

EL CAMBIO CLIMÁTICO PROVOCA QUE SE DUERMA MENOS Y PEOR

 El cambio climático provoca que se duerma menos y peor
Un grado de aumento en la temperatura ambiental promedio añade tres noches extra de mal dormir al mes, según esta investigación. | texc
El cambio climático puede quitarnos el sueño y no sólo metafóricamente. Las noches que son más calientes de lo normal pueden perjudicar el sueño humano, siendo los ancianos y las personas con menos ingresos las más afectadas, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
La investigación, liderada  por Nick Obradovich —quien realizó gran parte del estudio como estudiante de doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de California—, documentó la relación entre el aumento de las temperaturas y el mal dormir. El estudio fue publicado en la revista Science Advances.
Se encuestó a más de 750 mil estadounidenses sobre la percepción de la calidad de su sueño. Luego Obradovich cruzó esta información con las temperaturas promedio de las noches entre 2002 y 2011. La conclusión: un grado más de temperatura —durante el período estudiado— que se tradujo en tres noches más de mal dormir al mes.
A futuro —asegura el estudio— se espera que la temperatura siga aumentado y que, tal como ha pasado hasta ahora, las máximas de la noche tengan un mayor incremento que las del día. En base a esta proyección, para 2050 se espera que las noches de mal dormir se eleven a seis y para finales de siglo lleguen casi a cubrir la mitad del mes.
"Otros investigadores han establecido bien que el sueño es un componente crítico de la salud humana. Dormir poco puede hacer a una persona más susceptible a enfermedades y patologías crónicas, y puede dañar el bienestar psicológico y el funcionamiento cognitivo", dice Obradovich —ahora investigador posdoctoral en la Escuela Kennedy de Harvard— y publica Europa Press.
"Lo que nuestro estudio demuestra no es sólo que la temperatura ambiente puede desempeñar un papel en la interrupción del sueño sino también que el cambio climático podría empeorar la situación aumentando las tasas de pérdida del sueño", agrega Obradovich.
El mecanismo que regula la temperatura corporal es el mismo que controla el sueño; de ahí su estrecha relación, explica Javiera Castro, experta en cronobiología y doctora en Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile citada por El Mercurio. "El ciclo circadiano controla ambos mecanismos. Así, cuando estamos despiertos, la temperatura corporal es mayor, y ésta desciende cuando dormimos", explica. Cuando el cuerpo se prepara para dormir, los vasos sanguíneos se dilatan, lo que facilita la pérdida de temperatura a través de la piel. Así, el cuerpo mantiene esa nueva temperatura durante toda la noche hasta justo antes de despertar, donde esta vuelve a elevarse. Por eso, si el ambiente no permite esta autorregulación, el sueño se verá afectado.
"Cuando el cuerpo no puede compensar de forma cómoda las variaciones de temperatura, no se logra alcanzar los ciclos REM o de sueño profundo", explica la especialista.

El efecto negativo de las noches más cálidas es más agudo en verano, según la investigación, con una tasa de casi tres veces más alto en verano que en cualquier otra temporada. El efecto tampoco se distribuye uniformemente entre todos los grupos demográficos. Aquellos cuyos ingresos son inferiores se ven tres veces más afectados que quienes están mejor económicamente, y los mayores de 65 años son los más afectados, el doble que los adultos más jóvenes. TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA 

No hay comentarios: