CASAS PENSADAS PARA RESISTIR EL CALOR
Barro, madera dura y tejas musleras, elementos propios de
las residencias coloniales de Corrientes
Casa Méndez (hoy parte del Club San Martín) por Salta y
Moreno.
La sucesión continua de casas de galería amigables al clima
caluroso fueron la gran invención de la época. Los pobladores pasaban gran
parte del tiempo al aire libre para resistir las altas temperaturas. Importante
influencia de Paraguay y de la cultura indígena.
La arquitectura colonial de tipo residencial de la ciudad
tuvo una gran influencia de Paraguay, por lo que se caracterizó por sus paredes
a la francesa armadas en torno a un enrejado de madera y rellenadas con barro,
que después van a ser suplantadas por la paredes de adobe.
Los techos inicialmente eran tejas de palma cortada
acanalada, porque eran fáciles de conseguir,
y luego van a ser sustituidas por las tejas de barro cocido o tejas
musleras, debido a que se fabricaban en torno al muslo de la persona.
La invención más importante de la época fueron las casas de
galería al exterior, que formaban una tipología de manzana isla. Se trataba de
una sucesión continua de casas de galería amigables al clima caluroso de
Corrientes y los pobladores tenían el hábito de permanecer largo tiempo en los
espacios libres.
Los historiadores como Ramón Gutiérrez o Ángela Sánchez
Negrette, sostienen que las casas de galería al exterior tienen que ver con una
relectura de las malocas, que eran las casas históricas de los guaraníes a modo
de grandes chozas, donde vivía la familia completa.
Las construcciones correntinas estaban atadas al barro y
también a la madera dura, que se usaba para los horcones de las galerías
internas y externas. Se utilizaban tacuaras para sostener los techos a dos
aguas, por lo que se requería mantenimiento constante para aminorar el
deterioro con el tiempo y por la humedad.
Casa Méndez
Esta típica casona colonial que data de principios del siglo
XIX se diseñó de acuerdo a los criterios constructivos propios de la época: de
planta longitudinal con pesados muros portantes y techo de tejas a dos aguas,
flanqueadas por galerías con estructura de columnas y vigas de madera.
Ubicada en la esquina de las actuales calle Salta y Moreno,
adquirió impronta política en el año 1814 cuando el por entonces gobernador
intendente don Juan Bautista Méndez fijó la sede de gobierno allí, en su
propiedad particular.
Unos años después, se determinó su posesión al Estado y
funcionaron allí el Colegio Jesuítico y también como escuela Primaria de
Letras.
Casa Martínez
La recuperada Casa Martínez, por calle Quintana 971 entre
Salta y Rioja es un ejemplar representativo de los últimos vestigios de la
arquitectura colonial española en la ciudad. Una de las características
principales de la antigua construcción que data de fines del siglo XVIII es que
en su estructura refleja el avance tecnológico utilizado en la albañilería a lo
largo del tiempo.
El edificio fue construido en 1782 por orden del alguacil
mayor, Juan Esteban Martínez, quien se desempeñó en múltiples funciones
públicas de la época, como notario público, tesorero de la Real Hacienda y juez
oficial real, regidor, protector de indios y administrador de la Real Renta de
Correros. Dicho personaje histórico fue el abuelo de otro importante hombre
importante, el doctor Juan Esteban Martínez, último gobernador de Corrientes
del siglo XIX.
En sus paredes se conjugaban diversos tipos de construcción.
Según la arquitecta Angela Sánchez Negrette, los muros fueron construidos con
la técnica de la tapia empleando tierra arcillosa, así como también adobe y
ladrillos cocidos, procesos y herramientas particulares de la zona.
La Casa Martínez, a pesar de encontrarse en ruinas desde
mediados de la década del ‘80, es un reflejo de la arquitectura colonial
española y un ejemplo de una tecnología particular para la construcción y la
albañilería. TOMADO DE EL LITORAL DE CTES AR
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