Pérdidas y Daños en
la Agenda de la reunión número 46 del SBSTA y SBI y reunión 1-3 del APA
Publicaciones especializadas confirman que el conjunto de
las contribuciones voluntarias de reducción de emisiones incorporadas en el
Acuerdo de París (NDC, por sus siglas en inglés), podrían al planeta en una
senda de calentamiento global de entre 2.7 y 3.5ºC.; lo que en regiones
tropicales del planeta como Centroamérica pudiera traducirse en variaciones que
pudieran alcanzar entre 2.9 y 5.5ºC (IPCC 2013b; ECLAC, 2015b).
El contexto de las
negociaciones internacionales sobre cambio climático que tienen lugar en este
momento en Bonn, Alemania, se refleja que el entorno político actual se ha complicado
y tiende a alejarnos aún más de ese objetivo del Acuerdo.
La posible salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, e
incluso la sola inacción de este actor, ampliaría la brecha de reducción de
emisiones requerida para mantenernos por debajo de los 2ºC y tan cerca como sea
posible de los 1.5º. Aunado al entorno desfavorable que prevalece en la
política climática del actual gobierno estadounidense, debe considerarse que el
bloque de países que aún no han ratificado el acuerdo representan un aproximado
del 17% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero[1].
La posible salida o
inacción de Estados Unidos no advierten mayores compromisos de reducción de
emisiones por parte del resto de economías industrializadas, por el contrario
incrementando el riesgo de incumplimiento de las promesas que ya se han
realizado.
Imagen: Sesión de cierre de reunión número
46 del SBSTA en la Plenaria NY del Centro Internacional de Convenciones, Bonn,
Alemania.
Por otra parte, la
mayoría de los compromisos presentados por los países en desarrollo – que
muchas veces son más ambiciosos que los de países industrializados - están condicionados a la disponibilidad de
financiamiento. A todas luces, dicho financiamiento no ha estado siendo
movilizado en correspondencia con las promesas del Acuerdo de París.
Dentro de este
escenario, los efectos de los niveles previstos de variación en la temperatura
media de la región Centroamericana no únicamente transformarán las actuales
estrategias de medios de vida de la población, dejando pocas posibilidades de
alcanzar algún grado de éxito en la adaptación, particularmente en el sector
agropecuario y energía.
Transitando hacia
escenarios de calentamiento global en los que la Adaptación no será posible en
muchas regiones del planeta, la 19va Conferencia de las Partes de la CMNUCC,
celebrada en Varsovia, Polonia, en 2013, logró establecer las negociaciones que
permitirían construir el denominado “Mecanismo Internacional de Varsovia sobre
Pérdidas y Daños”. Se prevé que este mecanismo debería apoyar las acciones en
las áreas donde los efectos del cambio climático rebasan las posibilidades de
adaptación y de sobrevivencia de poblaciones afectadas, particularmente en los
países más vulnerables.
Si bien, la COP22 celebrada
en Marruecos adoptó el plan de trabajo indicativo para los próximos 5 años, con
avances esenciales que prevé mayores posibilidades para lograr su consolidación
y permanencia, quedaron pendientes algunas interrogantes que deben ser
dilucidadas en el trayecto hacia el diálogo facilitador previsto para noviembre
de 2018. Entre los elementos que requieren ser abordados se encuentra: a) la
incorporación o no del mecanismo dentro del Acuerdo de París; b) Proporción del
financiamiento climático que debería ser asignado a Pérdidas y Daños; c)
consolidación de las sub estructuras del mecanismo, entre otros.
Las aspiraciones de
algunos los países en desarrollo de establecer como parte del mecanismo
compensaciones monetarias por los daños y pérdidas experimentados a causa del
cambio climático, quedó fuera del texto del Acuerdo de París. Esto se debió
principalmente a la negativa de los países industrializados.
Desafortunadamente,
el trabajo entorno a la consolidación y permanencia del mecanismo parece haber
sido olvidado durante la reunión intermedia que concluye hoy en Bonn; no
obstante, debido a la trascendencia de este tema para países en desarrollo
particularmente vulnerables, tenemos la expectativa en que la Presidencia de la
COP23 pueda brindar la atención requerida para su efectiva consolidación y
permanencia.
Tal y como ha sido
anunciado, Fiji es el primer estado insular en asumir la presidencia de un
evento de tal transcendencia para la CMNUCC. La presidencia de Fiji será
desempeñada con el decidido apoyo de Alemania y otros países donde el cambio
climático ocupa un lugar preponderante en la agenda de tomadores de decisión
del más alto nivel. No obstante, al encontrarse la presidencia de la COP23 en
manos de un pequeño estado insular con extremos niveles de vulnerabilidad, y
que ha estado recibiendo pérdidas y daños, tenemos la expectativa que la decisión
de la COP23 incorpore resultados significativos hacia la consolidación de este
mecanismo.
Nota: En el
transcurso les estaremos compartiendo nuestras valoraciones generales sobre los
resultados de la 46 reunión del SBSTA y SBI y de la 1-3 reunión del Grupo de
Trabajo ad Hoc del Acuerdo de París.
Saludos cordiales,
https://drive.google.com/uc?id=0B8xbe-Bzn9lKUFphUUtCUHVwOUU
Alejandro Aleman Treminio
Oficial de Cambio Climàtico
Telf.:
(505)2248-7149 Skype:
alejand ro_aleman_ni
Web:
humboldt.org.ni Mail:
milenio @humboldt.org.ni
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