¿La Corte podría
resucitar la aspersión con glifosato?
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En un nuevo fallo de tutela, la Corte Constitucional abrió
una puerta para reanudar el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos
mediante Aspersión Aérea con Glifosato (PECIG) en el país, que actualmente está
suspendido por orden del Consejo Nacional de Estupefacientes.
Sin embargo, el Alto tribunal limitó esta posibilidad con el
siguiente condicionamiento: “cualquier decisión que se tome alrededor del tema
deberá fundarse en evidencia objetiva y concluyente que demuestre ausencia de
daño para la salud y el medio ambiente”.
Actualmente, no está claro si la composición de los
herbicidas producen las afectaciones de las que se ha hecho eco. La suspensión
ordenada por la Corte se aplicó bajo el principio de precaución, dada la
recomendación del Ministerio de Salud y Protección Social, que se basó en la
clasificación de la sustancia como “probablemente carcinogénicos para humanos”
(Grupo 2A), por parte de la Agencia Internacional para la Investigación en
Cáncer IARC (por sus siglas en inglés), la cual hace parte de la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
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aérea con glifosato
Finalmente al no llegar “a una conclusión definitiva con
base en criterios técnicos y científicos razonables sobre la inexistencia de un
riesgo actual, grave e irreversible para el medio ambiente y/o la salud de las
personas” se debe “dar aplicación inmediata del principio de precaución”, tal
como se determinó en mayo de 2015.
“Con base en los anteriores elementos, la Sala estableció
que la aspersión aérea de cultivos ilícitos con glifosato en Colombia plantea
un riesgo significativo de afectaciones a la salud humana, en especial abortos
involuntarios, cáncer, afectaciones al sistema respiratorio y enfermedades
gastrointestinales. Aunque no hay certeza sobre el riesgo en ninguno de estos
casos, sí hay evidencia objetiva del mismo que activa el principio de
precaución”, dijo la Corte en el comunicado.
No obstante, el glifosato es tan cancerígeno como el café o
el mate argentino, que también se encuentran dentro de esta misma
clasificación. Alejandro Chaparro, Ph.D. en Genética y Mejoramiento de Plantas
de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), asegura que este es uno de los
herbicidas que más estudios tiene en el mundo y no representa ningún riesgo
para la salud.
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para erradicar cultivos
Tras el informe de la IARC, la Comisión de Plaguicidas de la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
y la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaron un nuevo documento que
demostraba la seguridad del herbicida y contradecía el anterior.
“La fundación Ideas para la Paz hizo una revisión de
literatura relacionada con este tema y encontró 2 mil artículos que eran
concluyentes, en el sentido de afirmar que el herbicida tenía los más altos
niveles de seguridad en la utilización en agricultura”, asegura Chaparro.
De acuerdo con lo anterior, las condiciones fijadas por la
Corte para que vuelva la erradicación aérea con glifosato no son insuperables,
al contrario, los estudios demuestran la seguridad de la sustancia.
Si se tiene en cuenta que este es uno de los temas más
importantes en la agenda del proceso de Paz con las Farc y es fundamental para
las relaciones con Estados Unidos, la posibilidad de que se reanude no es tan
lejana.
Encuentre toda la información sobre la aspersión con
glifosato haciendo clic aquí
A esto se suman las fuertes críticas que ha recibido el
gobierno ante el informe de la Casa Blanca, que asegura que la cifra total de
cultivos ilícitos aumentó a 118 mil hectáreas.
Pero son otros los motivos que hacen inconveniente este tipo
de fumigación. Para Chaparro, el problema no radica en los riesgos para la
salud que se le atribuyen al herbicida como el aborto, el cáncer, entre otros,
sino el daño a la biodiversidad.
En la erradicación de cultivos ilícitos los vuelos se dan
sobre mil metros de altura y la deriva viene siendo de tres kilómetros, lo que
afecta a otras plantas y al agua y representa un evidente daño para la
biodiversidad.
Así mismo, al glifosato, que es una sustancia orgánica, se
le agregan muchas sustancias coactivantes y sufaltantes para evitar que se
degrade y para que se adhiera a las plantas de coca. Muchas de las sustancias
que se le agregan están protegidas por secretos industriales y no se tiene
información sobre qué es lo que se está aplicando sobre el territorio
colombiano.
Finalmente, Chaparro asegura que el glifosato está diseñado
para combatir la maleza en un escenario seguro y usarlo para los cultivos
ilícitos es un desacierto del gobierno, porque “no está hecho para que llueva
sobre los cultivos”.
“Seguir utilizando estos mecanismos para controlar el uso de
sustancias recreativas no tiene ningún sentido, esto lo que hace es
criminalizar a las poblaciones campesinas que finalmente terminan cultivándolas
para cubrir sus necesidades económicas”, agregó. Tomado de el colombiano
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