Bolivia retrocede en
la reducción de la desigualdad
Desigualdad de Bolivia y América Latina. | Wilson Cahuaya
La reducción de la desigualdad en la distribución del
ingreso en América Latina disminuyó su ritmo de descenso en los últimos años
convirtiéndose en un obstáculo para el desarrollo, en tanto que en Bolivia hubo
un ligero retroceso, según informe la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (Cepal), en un reporte divulgado ayer.
El documento “Panorama Social de América Latina 2016”
presentado ayer en Chile, muestra en sus gráficos referidos a la evolución de
la lucha contra la desigualdad, un progreso de Bolivia en el lapso 2008-2012.
Según los gráficos, Bolivia descendió en desigualdad de algo
más de 0,5 a 0,45, según fórmulas utilizadas por el denominado Coeficiente Gini
(que mide la desigualdad de ingresos personales y en el que 0 representa
ausencia de desigualdad y 1 desigualdad máxima). Sin embargo, el mismo gráfico
muestra que, en el rango 2012-2015, Bolivia vuelve a experimentar un retroceso
al subir nuevamente al 0,5.
El informe no explica a qué se deben estos retrocesos en el
caso específico de Bolivia, y da sólo lineamientos generales de América Latina.
El coeficiente de Gini, para los 17 países de la región
tomados en cuenta en el estudio, muestra que en 2015 un valor promedio de
0,469, “un nivel considerado alto”, de acuerdo con la Cepal. Entre 2008 y 2012
el índice disminuyó 1,2% anual en promedio pero su ritmo de descenso bajó a la
mitad entre 2012 y 2015 (0,6% anual).
“La desigualdad es una característica histórica y
estructural de las sociedades de América Latina y el Caribe, que se manifiesta
a través de múltiples circuitos viciosos”, expresó Alicia Bárcena, secretaria
ejecutiva de Cepal, en rueda de prensa.
Los avances en reducción fueron impulsados por una mejoría
relativa de los ingresos laborales de los sectores de menores ingresos, gracias
a la formalización del empleo y el aumento de los salarios mínimos. También por
el incremento de las transferencias monetarias hacia los estratos de menores
ingresos.
Pero “las mejoras distributivas recientes no estuvieron
necesariamente asociadas a un reparto más equitativo del capital y el trabajo”,
advirtió la Cepal. Eso, pese a que en 2015 el gasto social alcanzó en la región
su máximo histórico: 10,5% del PIB para el gobierno central y 14,5% del PIB
para el sector público (como promedio simple regional).
El informe de Cepal advirtió asimismo que las mujeres y los
afrodescendientes siguen sobrerrepresentados en los quintiles de menores
ingresos.
RÉCORD DE GASTO SOCIAL
En el capítulo dedicado al gasto social se señala que éste
alcanzó en 2015 su máximo histórico: 10,5 por ciento del PIB para el Gobierno
central y 14,5 por ciento para el sector público (como promedio simple
regional). La protección social (5 por ciento), la educación (4,6 por ciento) y
la salud (3,4 por ciento) siguen siendo las funciones de mayor importancia en
relación con el PIB.
Pese a lo anterior, los presupuestos de gasto social
2016-2017 registran contracciones en la mayoría de los países, mientras las
estimaciones del PIB son en general de crecimiento moderado, por lo que la
Cepal llama a resguardar y cautelar el financiamiento de las políticas sociales
para dar sostenibilidad a los avances alcanzados y hacer frente a los desafíos
vigentes.
Para desactivar los circuitos viciosos de la desigualdad es
necesario utilizar un enfoque sistémico, recalca la Comisión. Las políticas
públicas deben garantizar la titularidad de derechos, reconocer y potenciar el
trabajo productivo y de calidad como la llave de la igualdad. TOMADO DE LOS
TIEMPOS DE BOLIVA
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