Más lento de lo esperado
La planta cordobesa salió de servicio el 31 de diciembre de
2015 para llevar adelante las tareas programadas de extensión de su vida útil.
Las obras iban a demorar 24 meses, pero con suerte se terminarán un año después
de lo previsto.
Por Fernando Krakowiak
Cuando esté concluida la obra, Embalse iniciará un segundo
ciclo operativo de entre 25 y 30 años
La Central Nuclear Embalse salió de servicio el 31 de
diciembre de 2015 para llevar adelante las tareas programadas de extensión de
su vida útil, proyecto que permitirá iniciar un segundo ciclo operativo de
entre 25 y 30 años. La renovación iba a demorar 24 meses, pero a fines del año
pasado no hubo novedades sobre la puesta en marcha del reactor. El pasado 3 de
octubre el subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, participó de una
jornada en el Centro Argentino de Ingenieros donde finalmente reconoció que
habrá una demora de ocho meses en la puesta a crítico del reactor. La fecha
prevista es diciembre, pero el funcionario contabiliza ocho meses de demora, y
no un año, porque toma como punto de partida abril de 2016, cuando
efectivamente comenzaron las obras de extensión. Fuentes de Nucleoeléctrica
Argentina (NASA) aseguraron a PáginaI12 que ya en enero de 2016 estaba todo
listo para empezar, pero se demoraron porque en ese momento el gobierno había
paralizado casi todas las obras públicas para auditar lo heredado y no
desembolsaba los fondos.
“Nosotros estamos orgullosos por cómo está transcurriendo el
proceso de extensión de vida de la central nuclear Embalse. Básicamente porque
la vamos a terminar con un desvío de aproximadamente ocho meses en tiempo, el
cual, por supuesto, nos hubiera gustado no tener, pero considerando que es
seguramente la obra de ingeniería más compleja que tiene la Argentina en este
momento, sinceramente les digo, me parece un desvío por lo menos aceptable. Si
vemos la historia de las grandes obras de la Argentina es un desvío para
descorchar y la estamos terminando en presupuesto y eso nos permitiría
descorchar un poco más”, aseguró Gadano en el Centro Argentino de Ingenieros.
En el sector no sólo cuestionan la peculiar forma con la que
Gadano contabiliza los meses de demora para que sean menos de los que
efectivamente son, sino que además ponen en duda que la obra esté dentro de los
parámetros presupuestarios previstos originalmente. “Si se logra la puesta a
crítico en diciembre estaríamos hablando de una demora equivalente al 50 por
ciento del tiempo previsto originalmente. No es creíble que, con semejante
demora, y con los problemas que surgieron, la obra se mantenga dentro del
presupuesto original”, aseguró a PáginaI12 una fuente del sector.
Uno de los principales motivos que demoró la extensión de
Embalse fueron los problemas que hubo con la soldadura de los alimentadores por
donde debe entrar y salir el agua pesada.
NASA finalizó en abril la instalación de los alimentadores
superiores del reactor Embalse y el 6 de septiembre se completó la instalación
de los 760 alimentadores inferiores. De esta forma, se dio por concluido el
retubado del reactor.
Las pruebas de puesta en marcha las iniciaron con equipos
chicos hace algunos meses, pero todavía resta hacer la prueba hidráulica del
sistema primario para chequear que no haya ninguna pérdida. Esa prueba la
tendrían que haber empezado, pero lleva varias semanas de atraso. Por lo tanto,
es probable que la puesta a crítico no se logre ni siquiera en diciembre. En
NASA reconocen informalmente que, si no surgen problemas adicionales, lo más
probable es que la puesta a crítico sea en enero o febrero, entre trece y
catorce meses después de la fecha prevista originalmente. Cuando vuelva a
brindar energía Embalse sumará una potencia de 683 MW.
En el encuentro que se llevó adelante en el Centro Argentino
de Ingenieros, Gadano sorprendió también al negar que se haya cancelado la
construcción de Atucha III y IV. “El título del evento es un poco sesgado para
ser justos. ´El modelo nuclear argentino en la encrucijada` podemos aceptarlo
como un título interesante. En tanto uno como funcionario público toma decisiones
de política pública, yo les diría que casi todas las mañanas se encuentra en
una encrucijada. Ahora bien, después hablamos de ‘cancelación de los proyectos
nucleares en Argentina’. Eso no es cierto. Empecemos por ahí”, sostuvo Gadano.
Su objeción sorprendió al auditorio porque el gobierno vino demorando la
construcción de esas dos centrales más de dos años, durante los cuáles no puso
ni un ladrillo, hasta que finalmente el 13 de junio de este año el entonces
ministro de Energía, Juan José Aranguren, dijo en el Foro Latinoamericano de
Energía que se realizó en Bariloche que las centrales por ahora no se
construirán. “No estamos en condiciones de invertir en las centrales. Por más
que el préstamo lo paguemos dentro de ocho años, estamos tomando el compromiso
de devolverle a alguien una determinada cantidad de dinero. En este momento,
por la situación fiscal que tiene el país, no estamos en condiciones de
comprometernos”, aseguró el funcionario. En el sector se lo interpretó como una
exigencia del Fondo Monetario Internacional.
Pese a la evidencia, Gadano insiste con que no es cierto que
los proyectos de hayan cancelado. Algunos especialistas del sector sostienen
que la estrategia oficial es evitar el reconocimiento explícito de la
cancelación de los proyectos para eludir el costo político de esa decisión,
aunque en los hechos no se haga nada para concretarlos. No obstante, si
finalmente se decide avanzar al menos con la central nuclear de uranio
enriquecido y agua liviana, la que quieren impulsar los chinos, eso no será
durante este gobierno porque ya no da los tiempos. Por lo tanto, habrán pasado
los cuatro años de gestión sin ningún avance concreto. // TOMADO DE PAGINA 12
DE AR
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