19-S: El tipo de estructura
que causó más de la mitad de los derrumbes en la CDMX
Ingenieros de la Universidad de Stanford analizaron las
construcciones derrumbadas tras el sismo del 19 de septiembre del 2017 y
encontraron que 61 por ciento de los casos habían sido erigidos con una técnica
que favoreció el colapso del inmueble. (Mie, 19 Sep 2018)
19-S: El tipo de estructura que causó más de la mitad de los
derrumbes en la CDMX
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El 19 de septiembre del año 2017, (exactamente 32 años
después del terremoto de Michoacán y cuya potencia fue de 8.1 en la escala de
Ritcher), la capital del país azteca fue estremecida por un terremoto de 7.1,
el cual dejó un total de 219 muertos y un total de 44 edificios colapsados.
De manera inmediata, un grupo de estudiantes y profesionales
del Centro de Ingeniería de Terremotos “John A. Blume”, viajó a la Ciudad de
México con el compromiso de realizar un análisis de la catástrofe. Este estudio
se enfocó en reconocer de que manera las estructuras de los edificios afectados
estaban adaptadas a los códigos de construcción.
Un estudio serio y
completo
Para ello, se utilizó un software como el de Google Street
View, que sirvió para comparar las imágenes entre una gran diversidad de
fotografías del desastre. El informe final fue presentando en menos de un mes.
Dicho estudio estableció diversos contrastes, tomando como referencia lo
ocurrido en 1985, y su desastroso impacto en la capital del país.
Por ejemplo, se consideró el modo en que los suelos y
subsuelos crearon pautas de construcción en todo el territorio de Ciudad de
México, que se encuentra subdividida en varias zonas que definen los
lineamientos de construcción civil, con el objetivo de hacerle frente a las
circunstancias sísmicas.
Los códigos de
construcción civil
El estudio realizado en 1985, permitió una caracterización
de los suelos y los requisitos estrictos en materia de diseño estructural, que
en cierta medida empezaron a ser respetados en futuras construcciones. Se creó
un nuevo código de construcción civil, donde se estableció que los sistemas de
losas planas (que consiste en una estructura de losa, y una columna de concreto
sin trabes), son del todo ineficientes.
Como resultado de aquel estudio, el código de construcción
civil adquirió una versión final para el año de 1987. Más adelante, en el año
2004, se patentó otro donde se volvieron a valorar las cuestiones relativas al
estudio de suelos, el uso de materiales, y otras estrategias de construcción.
La investigación desarrollada por el Centro de Ingeniería de
Terremotos John A. Blume, prestó una gran atención en el sistema de losa plana,
que es una técnica desarrollada desde principios de 1900, y cuya funcionalidad
busca que toda construcción pueda soportar adecuadamente el peso de los niveles
superiores, es decir, la denominada “gravedad vertical”, pero a un costo menor
comparado con el
sistema de marcos rígidos.
Los porcentajes de
daños y su relación con las técnicas de construcción
Después del terremoto de 1985 se crearon enfoques para
“desincentivar su uso”, por medio del incremento en los requisitos de refuerzo
estructural y, en consecuencia, el aumento del costo de construcción. Pero aun
hoy, el código de construcción en México lo permite. A este problema, se le
agrega el factor que representó las estructuras de mampostería (no reforzada y
confinada), en las construcciones, que para el terremoto del 2017 contribuyó a
un 33% de las colisiones.
Mientras tanto, se percibió que el 57% de los colapsos
correspondían al tipo de estructura construida con la técnica de “pisos
blandos”, que consiste en que los primeros niveles de los edificios se eliminan
muros de refuerzo, lo cual ocasiona que las estructuras laterales posean una
fuerza y rigidez bastante inferior.
Las edificaciones con pisos blandos suelen crearse para
poder contener espacio para garajes o estacionamiento, mientras que en la parte
superior se construyen muros divisorios de mampostería, lo que hace que, en
esos niveles, el edificio tenga mayor rigidez, fuerza y resistencia. El
problema es que con el movimiento por las fuerzas del sismo, la estructura
inferior tiene que soportar mayores aceleraciones y fuerzas en cortante por el
volumen rígido que sustenta en la parte superior y es propensa a fallar y caer
sobre sus cimientos.
Otro dato importante que se logró identificar, fue el hecho
de que el 42% de los edificios derrumbados se hallaban justo en la esquina de
una manzana; por lo cual fue posible deducir que el problema se hallaba
principalmente en las estructuras de pisos blandos ubicadas en las esquinas.
Hay que tener en cuenta que el sistema de construcción de
losa plana, donde el edificio suele ser sostenido por columnas de cemento sin
trabes, ya ha sido prohibido en varios países pero que en México aún se
permite.
Un problema que viene desde el mismo año de 1985
Eso sí, los investigadores fueron enfáticos en recalcar que
el 90% de los edificios colisionados fueron construidos desde antes de 1985, es
decir, siguiendo las pautas de los códigos de construcción anteriores. Pero el
dato preocupante fue que la razón del colapso obedece a la falta de evaluación
estructural, posterior a lo ocurrido en el terremoto de 1985.
La conclusión a la que llega el ente investigador es, que el
problema de los edificios colapsados obedece al uso de estructuras de concreto
armado de losa plana, cuya edad es anterior a 1985, como también influyó mucho
la resistencia de las estructuras laterales, y el hecho de que muchas
construcciones sean del tipo de pisos blandos.
Con información de Estadísticas Preliminares de Edificios
Colapsados en la Ciudad de México en el Terremoto de Puebla del 19 de
Septiembre, de la Universidad de Stanford. /// TOMADO DE ENVIO DE NOTICIAS DE ARQUITECTURA
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