Más de 1200
científicos de todo el mundo escribieron una carta abierta a Mauricio Macri
Un sistema que no crece y va al colapso
Investigadores y académicos de renombre, entre ellos once
premios Nobel, denunciaron la situación de la ciencia argentina. Advirtieron
sobre un “nuevo éxodo de científicos altamente capacitados” y la crisis del
Conicet.
Científicos protestan por el ajuste en Ciencia y Técnica.
Imagen: Adrián Pérez
Científicos y académicos de renombre internacional, entre
los que se encuentran once ganadores del premio Nobel, mandaron una carta
abierta al presidente Mauricio Macri para denunciar la situación crítica que
atraviesa la ciencia argentina. En el texto, señalan que, después de “doce años
de continuo crecimiento y expansión”, el sistema de ciencia y tecnología del
país “está colapsando” debido a las políticas que lleva adelante el gobierno de
Cambiemos.
La carta, que cuenta con más de 1200 adhesiones de científicos
de todo el mundo, denuncia que el macrismo ha realizado recortes que afectan al
Consejo Nacional de Investigaciones Científica y Técnicas (Conicet), la Agencia
Nacional para la Promoción de la Ciencia y la Tecnología (Anpcyt) y las
universidades nacionales. Asimismo, acusa al Gobierno de incumplir “compromisos
asumidos en subsidios para investigación y cooperación internacional” y
abandonar planes de mejora de infraestructura en las instituciones científicas.
Los firmantes aseguran que el Conicet “está al borde de la
parálisis” y que peligran los puestos de trabajo de 10 mil científicos, 10 mil
becarios doctorales y posdoctorales y casi 3 mil técnicos. Los salarios de
científicos y académicos pasaron a ser los más bajos de la región. En el caso
de los becarios, éstos reciben estipendios que no llegan a los 24 mil pesos.
Además, afirman que se ha reducido la cantidad de vacantes para que jóvenes
investigadores ingresan al Conicet. En 2016, las vacantes se redujeron de 900 a
450. “Se prevé un nuevo éxodo de científicos altamente capacitados”, vaticinan.
Otro de los aspectos que denuncian en la carta es la falta
de insumos para investigar. La devaluación del peso argentino, “ha
obstaculizado enormemente el poder de las becas de investigación”. Las becas se
otorgan en pesos y los químicos y equipos necesarios para ciertas
investigaciones están dolarizados. Si la cotización del dólar aumenta desde que
se adjudica la beca a los equipos de investigación, éstos pierden poder de
compra. Los científicos señalan que esto “afecta dramáticamente a los grupos de
investigación experimental y de campo en los cuales los reactivos y equipos
importados son cruciales”.
Los firmantes sostienen que el recorte presupuestario afecta
a los más de 250 institutos de investigación distribuidos por todo el país. Los
fondos recibidos por estas instituciones “son insuficientes para pagar las
facturas del servicio, garantizar la limpieza y seguridad de las
instalaciones”. Tampoco serían suficientes para reparar y mantener el
equipamiento científico básico ni mucho menos para comprar nuevos equipos.
En la carta, los académicos se mostraron preocupados por la
reciente degradación a Secretaría del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Esta
decisión política, que completa “este oscuro panorama”, afirman, tiene “una
gran carga simbólica negativa”. “Revela cuán poco le importa a la
administración del presidente Macri la ciencia y la tecnología”, sentencian. Los científicos destacaron la actitud de sus
pares argentinos, quienes “han levantado una bandera de la ciencia y la
tecnología en el país”. La comunidad científica argentina ha realizado
manifestaciones y clases públicas frente al Congreso de la Nación, entre otras
acciones, para denunciar la gravedad de la situación y cómo el acuerdo del Gobierno
con el Fondo Monetario Internacional implica una reducción presupuestaria aún
mayor en el sector. “Instamos al gobierno de Argentina a revertir estas
políticas para preservar un sistema científico y tecnológico que ha sido un
líder en América Latina y prevenir un éxodo inminente de científicos”. Los
científicos señalaron que la investigación en ciencia y tecnología es
fundamental para que un país pueda ser independiente económica, política y
culturalmente. “El Estado es la fuerza motriz necesaria para apoyar y
desarrollar proyectos públicos a gran escala destinados a resolver necesidades
estratégicas, sociales y económicas”, afirman. La carta finaliza advirtiendo
que, si el Gobierno no toma medidas urgentes, podrán causar la disolución de
equipos de investigación y parálisis de “instrumentos muy valiosos” y el éxodo
de científicos. Si esto sucede, afirman, se desperdiciaría “la inversión que
Argentina ha realizado durante muchos años”.
Entre las personalidades que adhieren a este documento, se
encuentran los ganadores del premio Nobel en Física Barry Barish, Kip S.
Thorne, Rainer Weiss, J. Michael Kosterlitz, Serge Haroche, David Wineland,
Anthony Leggett y Claude Cohen-Tannoudji; en Medicina Michael Rosbash y Phillip
A. Sharp y en Química Thomas R. Cech.
Esta no es la primera vez que la comunidad científica
internacional denuncia la situación que atraviesa la ciencia argentina. Se han
publicado artículos en las prestigiosas revistas Science y Nature. En la nota
de Science señalan que el presupuesto que Macri presentó para 2019 reduce la
inversión del ex Ministerio de Ciencia y Tecnología de 3700 millones de pesos a
3400 millones. “Con el factor de la inflación, esto representa un recorte del
35 por ciento”, afirman. En el caso de Conicet, señalan, la devaluación también
perjudica el presupuesto y en la Anpcyt el recorte sería del 20 por ciento.
“Estamos en octubre y nos transfirieron menos del 40 por ciento de nuestro
presupuesto anual”, dijo a Nature Andrea Gamarnik, viróloga del Instituto
Leloir. Por su parte, el físico Fernando Stefani aseguró que hay centros de
investigación donde “no pueden pagar la luz ni el gas” y cuyas ratas de
laboratorio y líneas celulares “están muriendo”. Informe: Ludmila Ferrer. //
TOMADO DE PAGINA 12 DE AR
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