Es lenta la recuperación de Comodoro Rivadavia
A más de un mes del temporal de lluvia y lodo que cubrió la
ciudad, la vida cotidiana es compleja; problemas de abastecimiento de agua,
falta de infraestructura y caminos cortados
Ana Tronfi
Los vecinos de Comodoro Rivadavia no logran salir de la
catástrofe. Foto:
COMODORO RIVADAVIA.- A un mes y medio del temporal que
afectó el sur de Chubut, el tránsito colapsado, el lento peregrinaje de los que
tramitan en las sucursales del Banco del Chubut unos 1200 préstamos para
recuperar sus viviendas y las dificultades para normalizar el suministro de
agua en los barrios, cuya intensidad de bombeo se redujo en un 30%, ponen a los
habitantes de esta ciudad al borde del ataque de nervios.
El temporal agravó problemas crónicos y potenció reclamos
estructurales de una Comodoro Rivadavia que todavía sufre, y para largo, las
complicaciones diarias después del peor temporal de su historia. Pese a que, se
estima, la trama vial está recuperada en un 95%, la ciudad padece
cotidianamente en el tránsito la falta de sus dos principales caminos
alternativos: el Roque González y el Juan Domingo Perón. Ambos derivan los
autos hacia caminos opcionales a la ruta nacional N° 3.
Mientras el primer camino -que podría habilitarse de manera
parcial esta semana- une las zonas norte y sur de Comodoro Rivadavia, el
segundo lo hacía como alternativa entre esta ciudad y Rada Tilly.
El camino Perón no podrá recuperarse, con el agravante de
que la ruta nacional N° 3, en la rotonda con la ruta 26, se angosta en solo un
carril de ida y uno de vuelta, provocando el colapso en el movimiento de autos
en las horas pico. Unir 12 kilómetros entre Comodoro Rivadavia y Rada Tilly
puede ser un trámite de hasta dos horas en auto después de las 18.
Se estima que ambas localidades del sur de Chubut suman
96.000 autos patentados. Esto representa un vehículo cada dos habitantes,
además del flujo lógico de rodados y camiones que transitan por la ruta hacia
el norte o el sur del país.
Los más de 100.000 metros cúbicos de tierra y barro que
reubicaron camiones municipales y de Urbana, la empresa que se ocupa del
servicio de recolección de residuos en esta ciudad y en Rada Tilly, tampoco
alcanzaron para devolver la normalidad a la ciudad.
Los barrios Pueyrredón y Juan XXIII reclaman por las
montañas de tierra y el barro que mantienen tapados vehículos y viviendas. En
el primer barrio, los vecinos reclaman un canal evacuador desde hace más de 15
años, debido a anteriores inundaciones. Pero la obra nunca llegó. "Las
consecuencias están a la vista. Seguimos con problemas de cloacas y barro en
las casas. Muchos vecinos abandonaron sus viviendas y alquilaron en otros
puntos de la ciudad; los que pueden", explicó María Elena Fernández,
vecina de uno de los sectores más afectados. En el barrio Juan XXIII, los
vecinos usaron la ironía: cansados de los inconvenientes que les trajo el
temporal de agua y barro, rebautizaron la calle Manuela Pedraza y la
denominaron "Barrosa". Lejos de perder el sentido del humor, optaron
por cambiarle el nombre al cartel con aerosol blanco a una de las principales
arterias del sector, una de las que se vieron más afectadas por la catástrofe
que dejó miles de damnificados.
Quienes residen en la calle Manuela Pedraza entre Mariano
Rodríguez y Congreso presentaron un escrito en la municipalidad para exigir
explicaciones y ratificar que "las máquinas siguen sin pasar, los camiones
sin ir, los chupa sin entrar. Sólo trabajaron un poco en lo que es Kennedy y
Chile", sostuvo Gabriel Uribe, uno de los damnificados.
Otro capítulo merece el barrio de Laprida, ubicado en la
zona norte de la ciudad. Allí llegaron unos 13 módulos habitacionales enviados
por la Nación, destinados a las decenas de familias que perdieron sus viviendas
debido al agrietamiento del suelo.
A las largas colas para el pedido de préstamos en el Banco
del Chubut, que sumó una línea específica para damnificados, se añadieron
medidas desde el municipio local. El secretario de Recaudación de Comodoro
Rivadavia, Israel Coen, explicó y los trámites que deben realizar las personas
afectadas en su vivienda o los comercios damnificados por la catástrofe
climática a los fines de acceder a la exención en el pago de los impuestos
Inmobiliario, Tasa de Higiene Urbana y Derecho de Ocupante.
En cuanto a los requisitos, explicó que, para el caso de los
impuestos de rentas, "debe presentarse prueba documental fotográfica u
otras que certifiquen el daño sufrido sobre la vivienda y allí se le entregará
un formulario a completar con los datos necesarios". La eximición tendrá
un plazo de "180 días a contar desde mayo", precisó Coen.
En el medio, la tensión política: la restricción del 30% del
bombeo del acueducto -que abastece Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Sarmiento y
la santacruceña Caleta Olivia- por dificultades para adquirir elementos de
potabilización, abrió una discusión entre la Sociedad Cooperativa Popular
Limitada, prestataria del servicio de agua y luz, y el gobierno de la
provincia.
Los cuatro municipios que dependen del abastecimiento del
sistema acueducto Lago Musters recibieron la notificación por parte de la
Sociedad Cooperativa (SCPL) de que a partir del lunes último se redujo el
bombeo del acueducto en un 30% de su capacidad por falta de fondos para la
compra de elementos de potabilización.
La SCPL le reclama a la provincia una deuda de $ 100
millones. Fue el ministro de Infraestructura de la provincia, Alejandro Pagani,
quien respondió: "Están buscando un culpable para su propia
ineficiencia". TOMADO DE LA NACION DE AR
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