, Santa Cruz en alerta por casos de influenza AH3N2
Un funcionario del Servicio Departamental de Salud de Santa
Cruz fumiga en la unidad educativa donde estudiaba la niña que murió por la
influenza, ayer. | EL DEBER
Josué Hinojosa Santa Cruz|
La muerte de una menor de 14 años a causa del virus de la
influenza AH3N2 puso en alerta a las autoridades departamentales y municipales
de Santa Cruz, porque a la fecha existen 88 casos confirmados y 200
sospechosos. La menor, que presentó síntomas de dolor de cabeza y picazón de
garganta, además de otros problemas, estuvo casi una semana en terapia
intensiva. El miércoles le dio muerte cerebral y ayer por la mañana falleció.
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de
Santa Cruz, Joaquín Monasterio, confirmó que la menor murió por este virus que,
paradójicamente, este año ha tenido mayor incidencia en relación al año pasado,
puesto que a la fecha no se reporta ningún caso del subtipo AH1N1 que es más
común.
El caso de la menor de 14 años desató la preocupación en las
autoridades sanitarias, por ello, el Sedes solicitó de manera anticipada al
Ministerio de Salud la dotación de al menos 80.000 vacunas para cubrir los
grupos de riesgo, es decir, personas menores de 5 años y mayores de 60.
Además, Monasterio informó que el Sedes envió especialistas
a la clínica donde permaneció la menor ahora fallecida para realizar una
auditoría médica en la que se verificará el procedimiento que se siguió en el
caso.
Por su parte, Esteban Jáuregui, director de la clínica
privada donde falleció la menor, dijo que la paciente llegó el pasado 29 de
marzo con un cuadro severo que le impedía respirar por sí sola, por lo que los
médicos la entubaron e ingresó a terapia intensiva.
Agregó que, posteriormente, con la colaboración de
especialistas del Centro Nacional de Enfermedades Tropicales (Cenetrop), se
constató que se trataba de influenza A H3N2. “Durante estos días ha hecho dos
paros cardíacos y ha tenido que ser reanimada. Cada vez se fue deteriorando más
hasta que la paciente tuvo una muerte cerebral”, agregó.
Jáuregui explicó que la menor fue automedicada por sus
familiares y que al quinto día de presentar síntomas fue llevada a un centro de
salud. Por su parte, el padre de la menor, Miguel Pinto, dijo que ella sentía
dolor de cabeza, fiebre y picazón de garganta, por lo que él le compró algunas
tabletas que le calmaban el dolor por al menos cuatro horas, y después los
síntomas continuaban.
Además, denunció que los médicos del hospital municipal
Bajío del Oriente se negaron a atender a la menor pese a que ésta presentaba
fuertes dolores. Agregó que esperó desde las 6:00 de la mañana hasta las 2:00
de la tarde y su hija no fue atendida, por lo que no tuvo más opción que
trasladarla a una clínica privada.
FAMILIARES TIENEN LOS SÍNTOMAS
Miguel Pinto informó que 10 personas, entre ellos menores de
edad, que viven en el mismo domicilio que la paciente fallecida con influenza,
presentan los síntomas que hacen referencia a este virus, situación por la que
las autoridades del Sedes procedieron a verificar dicho domicilio para realizar
una evaluación médica al entorno familiar.
Asimismo, el director de la unidad educativa Eligia Hurtado
de Quiroga, donde estudiaba la menor fallecida, ordenó la suspensión de
actividades hasta la próxima semana para evitar posibles contagios, aunque
aseguró que hay al menos 15 estudiantes que presentaron los síntomas.
El Sedes de Santa Cruz inició la desinfección del
establecimiento para evitar que otros menores contraigan la enfermedad.
A decir de Pinto, su hija adquirió el virus en su unidad
educativa. “En el colegio (se contagió), no hay más dónde”, agregó, a tiempo de
reiterar el pedido de ayuda económica para cubrir los 40.000 bolivianos de
deuda a la clínica. Tomado de los tiempos de Bolivia
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