Localizan las zonas
más vulnerables a desastres
Una res muerta cerca de un charco de agua en el municipio de
Pasorapa, durante la sequía de 2016, la peor en años. | José Rocha y Edwin Soria
En la última década, 35 de los 47 municipios de Cochabamba
han sufrido inundaciones, sequías y heladas de forma recurrente. En todos los
casos, la respuesta ha sido reactiva y no preventiva.
El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, instó a las
alcaldías a cambiar de enfoque. “Hemos salido de la peor sequía y no podemos
seguir sin prevenir”, afirmó.
Explicó en los medios estatales que ahora trabaja en un
enfoque proactivo y no reactivo. El reto es que las alcaldías inviertan más en
prevención que en obras que pueden esperar.
Unas 56 mil familias fueron afectadas en 2015 y 2016 por los
desastres naturales. Se perdieron 33 mil hectáreas.
Uno de los primeros cambios para prevenir antes que atender
desastres es localizar las zonas vulnerables a través de mapas de riesgo
georeferenciados y elaborar planes de contingencia por municipios.
La Gobernación propone impulsar políticas preventivas. “La Secretaría
de la Madre Tierra entregó hace tres años los primeros mapas de riesgo a las
regiones y ahora los actualiza. El propósito es que las alcaldías tengan un
instrumento técnico para prevenir”, informó la responsable de esta área,
Soledad Delgadillo.
Explicó que hay municipios que tienen calendarios de
precipitaciones y conocen la tendencia de las lluvias y el riesgo de
inundaciones; lo mismo pasa con las regiones que soportan sequías. Los cuatro
mapas de riesgo se elaboraron con los registros metereológicos de los últimos
10 años.
Los municipios del cono sur, como Pasorapa y Omereque,
tienen tendencia a la sequía. Por ello se elaboraron planes de prevención y
mapas de riesgo con una base técnica e información científica para que los
municipios orienten sus acciones e inversiones en planes de prevención de
desastres.
“Por normativa, todos los municipios deberían tener planes
de contingencia, pero gran parte no tiene planes de contingencia y emergencias;
trabaja más de manera reactiva”, remarcó el director de la Unidad de Gestión de
Riesgos (UGR) de la Gobernación, Óscar Soriano.
En tanto que el presidente de la Asociación de Municipios de
Cochabamba (Amdeco), Héctor Arce, afirmó que los municipios empezaron a tomar
conciencia y elaborar planes para prevenir desastres. Sin embargo, las regiones
pequeñas no tienen recursos para hacer obras.
Pasorapa duplicó su
presupuesto para sequía
Durante los últimos cinco años, Pasorapa fue el municipio
más afectado por la sequía en Cochabamba. La falta de agua perjudicó el 80 por
ciento de los cultivos de maíz, provocó hambruna
y migración.
La Alcaldía afirmó que duplicó el presupuesto para atender
las consecuencias de la escasez de agua. Inicialmente, contaba con 200 mil
bolivianos en 2016; pero este año, ante la gravedad del fenómeno, aumentó su
presupuesto a 400 mil.
Otros municipios del valle alto y el cono sur también
destinarán más recursos a la construcción de represas y microrepresas para
paliar los efectos en la época seca. En el valle bajo y en el trópico se prevé
que el dragado de ríos y la construcción del muros de contención. Además de campañas
de forestación y el cultivo de frutas y plantas resistentes a la sequía para
que el ganado no sufra por falta de forraje.
ZONAS VULNERABLES
Los cuatro mapas de riesgo que elaboró UGR de la Gobernación
identifican las tendencias a diferentes desastres naturales por regiones. En el
trópico, los cinco municipios son vulnerables a inundaciones; en la zona
andina, a los riesgos de deslizamiento, granizadas y heladas.
En el cono sur, la sequía se recurrente y cada año se
presenta con mayor intensidad. Mientras que en la región del valle alto se ha
identificado también la sequía. En tanto que la región metropolitana lidia con
la escasez de agua y los incendios en los bosque nativos del Parque Nacional
Tunari.
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MAPAS DE RIESGOS
Los Tiempos
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MAPAS DE RIESGOS
Los Tiempos
OPINIONES
“Se subestima la prevención”
SOLEDAD DELGADILLO, GOBERNACIÓN
Estamos elaborando planes de prevención como la “cosecha” de
agua. El mapa de riesgo es una base técnica de información científica para que
los municipios orienten sus acciones. Hay municipios que subestiman esta
categoría de prevención, todos tenemos menos
recursos, pero, más que invertir recursos, hace falta una política de
comunicación para que los municipios y la población asuman su
corresponsabilidad haciendo buen uso y reuso del agua doméstica e industrial.
“Los mapas se tienen que usar”
ÓSCAR SORIANO, UGR
Los municipios deben asumir las acciones en una primera
instancia. Según la Ley 602, la Gobernación entra a atender cuando el municipio
declara desastre natural. Tenemos mapas de riesgo elaborados, a esos mapas de
riesgo se les tiene que dar utilidad, los tienen que utilizar en su
planificación y las acciones de prevención, no hay que esperar que venga el
desastre para actuar; hay que tratar de prevenirlo para que no llegue y, si
llega, que llegue con menor intensidad para que el impacto sea menor en la
gente; es mejor para las comunidades.
“Es responsabilidad
de 3 niveles”
HÉCTOR ARCE, AMDECO
La atención y prevención de los desastres es responsabilidad
de los tres niveles: el municipio, la Gobernación y el Gobierno central. Se
hacen planes y talleres, pero el fenómeno ambiental, por más que hagamos
planes, la fuerza de la naturaleza rebasa la capacidad. Por otro lado, está el tema de los recursos que no
siempre acompañan estos planes y ésa es una gran realidad: Los municipios
grandes tienen entre 100 a 500 mil bolivianos, pero un municipio pequeño sólo
tiene 50 mil bolivianos y eso no le alcanza para nada. Tomado de los tiempos de
Bolivia
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