Montevideo y Rosario,
opciones de Bolivia para su comercio por el Atlántico
Barcazas en la hidrovía Paraguay - Paraná. | Foto archivo -
elagro.com.py
EFE LA PAZ |
Los puertos de Montevideo y Rosario (Argentina) se perfilan
como posibles salidas al Atlántico para la carga de mercancías de Bolivia y
como entrada de maquinaria procedente de Europa a través de la hidrovía
Paraguay-Paraná.
La oportunidad de contar con esas terminales fue analizada
esta semana en La Paz durante una reunión del Gobierno de Bolivia con
representantes de autoridades portuarias de Chile, Perú, Paraguay, Argentina y
Uruguay, donde se barajaron opciones para la nación andina.
Bolivia, que la perdió en una guerra contra Chile en el
siglo XIX, y Paraguay son los únicos países de Suramérica sin una salida
soberana al mar, aunque la segunda nación ha aprovechado mejor su conexión
fluvial con el Atlántico.
El Gobierno de Evo Morales estudia las opciones para mejorar
el acceso del país a nuevas infraestructuras para facilitar su comercio
externo, superar su "enclaustramiento marítimo" y su dependencia de
las terminales chilenas, contra las que se ha quejado varias veces.
Mientras litiga con Chile en la Corte Internacional de
Justicia (CIJ) de La Haya para buscar un fallo que obligue a negociar un paso
al Pacífico y promueve el Ferrocarril Bioceánico, que uniría el puerto peruano
de Ilo y el brasileño de Santos por su propio territorio, Bolivia busca
alternativas y algunas pasan por el Atlántico.
El desarrollo de infraestructuras, carreteras y ferrocarril
para mejorar su acceso a la hidrovía Paraguay-Paraná y el desarrollo del
trazado fluvial son claves para que las exportaciones de soja del oriente
boliviano y de la siderurgia proyectada para la mina del Mutún (en la frontera
con Brasil) encuentren una salida.
El vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos
de Uruguay (ANP), Juan José Domínguez, explicó a Efe que el puerto de
Montevideo puede ofrecer una salida directa al Atlántico para la carga
boliviana, que podría llegar por carretera hasta allí o por barcazas por la
hidrovía.
La ventaja de una salida por el Río de la Plata desde
Montevideo, explicó, es que permite trasladar la carga a buques de gran calado,
entre otras formas, mediante un transbordo por los denominados muelles de
transferencia, que son embarcaciones que permiten mover la carga desde barcazas
a buques que cruzan el Atlántico.
Esa vía permitirá a Bolivia un comercio directo con Europa
sin necesidad de utilizar puertos chilenos y pasar por el Canal de Panamá, la
otra opción que tiene el país andino, explicó Domínguez.
Lo que necesita Bolivia para aprovechar estas posibilidades
es mejorar las infraestructuras de transporte a Puerto Aguirre, el acceso
boliviano a la hidrovía y que se realicen obras en las partes más alejadas de
los canales navegables para aumentar su calado.
Este tipo de mejoras son difíciles de gestionar, no
obstante, porque la hidrovía está administrada por cinco países: Brasil,
Paraguay, Uruguay, Argentina y Bolivia, por cuyo territorio pasa una parte muy
pequeña de los más de 3.000 kilómetros de canales navegables que la
constituyen.
Según señala Domínguez, una salida al Atlántico también
serviría a Bolivia para importar bienes de equipo y materiales para aprovechar,
por ejemplo, la energía eólica y la solar.
Otra opción para el comercio boliviano es el puerto de
Rosario, a 550 kilómetros río arriba del mar argentino por el Paraná.El
responsable comercial de Terminal Puerto Rosario (TPR), Daniel Vicentín,
explicó a Efe que Bolivia ya transporta por esta vía harina y aceite de soja en
barcazas debido a la poca profundidad de los canales en las cercanías del
territorio boliviano.
Si la carga no es muy pesada, puede salir directamente del
puerto fluvial de Rosario al Atlántico.
Bolivia exporta alrededor de 200.000 toneladas de harina de
soja y 50.000 de aceite cada año por esa ruta, pero puede también ser una
alternativa para el hierro de la mina del Mutún, donde Bolivia intenta desde
hace muchos años desarrollar siderurgia.
Según Vicentín, Rosario cuenta con una nueva cava con
capacidad para más de 200.000 toneladas de mineral de hierro, lo que abre una
mayor posibilidad de concretar nuevos negocios con ese movimiento.
Para ir un paso más allá de los estudios y el debate, a
finales de abril, una delegación interinstitucional de Bolivia formada por la
Cancillería y varios ministerios del área económica ya visitaron una zona
franca cedida en Rosario y otras opciones, cerca del lugar.
La misma misión también visitó la capital paraguaya para
conocer la oferta de infraestructuras en puerto Capitán Carmelo Peralta, Pilar
y el Puerto Seco en Chaco-I, con lo que se amplía el horizonte para usar la
conexión con el territorio paraguayo. Tomado de los tiempos de Bolivia
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