lunes, 8 de mayo de 2017

SALIDA DE MERCEDARIA AL MAR DESDE BOLIVIA , por Rosario o por Montevideo

 Montevideo y Rosario, opciones de Bolivia para su comercio por el Atlántico
Barcazas en la hidrovía Paraguay - Paraná. | Foto archivo - elagro.com.py
EFE LA PAZ |
Los puertos de Montevideo y Rosario (Argentina) se perfilan como posibles salidas al Atlántico para la carga de mercancías de Bolivia y como entrada de maquinaria procedente de Europa a través de la hidrovía Paraguay-Paraná.
La oportunidad de contar con esas terminales fue analizada esta semana en La Paz durante una reunión del Gobierno de Bolivia con representantes de autoridades portuarias de Chile, Perú, Paraguay, Argentina y Uruguay, donde se barajaron opciones para la nación andina.
Bolivia, que la perdió en una guerra contra Chile en el siglo XIX, y Paraguay son los únicos países de Suramérica sin una salida soberana al mar, aunque la segunda nación ha aprovechado mejor su conexión fluvial con el Atlántico.
El Gobierno de Evo Morales estudia las opciones para mejorar el acceso del país a nuevas infraestructuras para facilitar su comercio externo, superar su "enclaustramiento marítimo" y su dependencia de las terminales chilenas, contra las que se ha quejado varias veces.
Mientras litiga con Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para buscar un fallo que obligue a negociar un paso al Pacífico y promueve el Ferrocarril Bioceánico, que uniría el puerto peruano de Ilo y el brasileño de Santos por su propio territorio, Bolivia busca alternativas y algunas pasan por el Atlántico.
El desarrollo de infraestructuras, carreteras y ferrocarril para mejorar su acceso a la hidrovía Paraguay-Paraná y el desarrollo del trazado fluvial son claves para que las exportaciones de soja del oriente boliviano y de la siderurgia proyectada para la mina del Mutún (en la frontera con Brasil) encuentren una salida.
El vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos de Uruguay (ANP), Juan José Domínguez, explicó a Efe que el puerto de Montevideo puede ofrecer una salida directa al Atlántico para la carga boliviana, que podría llegar por carretera hasta allí o por barcazas por la hidrovía.
La ventaja de una salida por el Río de la Plata desde Montevideo, explicó, es que permite trasladar la carga a buques de gran calado, entre otras formas, mediante un transbordo por los denominados muelles de transferencia, que son embarcaciones que permiten mover la carga desde barcazas a buques que cruzan el Atlántico.
Esa vía permitirá a Bolivia un comercio directo con Europa sin necesidad de utilizar puertos chilenos y pasar por el Canal de Panamá, la otra opción que tiene el país andino, explicó Domínguez.
Lo que necesita Bolivia para aprovechar estas posibilidades es mejorar las infraestructuras de transporte a Puerto Aguirre, el acceso boliviano a la hidrovía y que se realicen obras en las partes más alejadas de los canales navegables para aumentar su calado.
Este tipo de mejoras son difíciles de gestionar, no obstante, porque la hidrovía está administrada por cinco países: Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Bolivia, por cuyo territorio pasa una parte muy pequeña de los más de 3.000 kilómetros de canales navegables que la constituyen.
Según señala Domínguez, una salida al Atlántico también serviría a Bolivia para importar bienes de equipo y materiales para aprovechar, por ejemplo, la energía eólica y la solar.
Otra opción para el comercio boliviano es el puerto de Rosario, a 550 kilómetros río arriba del mar argentino por el Paraná.El responsable comercial de Terminal Puerto Rosario (TPR), Daniel Vicentín, explicó a Efe que Bolivia ya transporta por esta vía harina y aceite de soja en barcazas debido a la poca profundidad de los canales en las cercanías del territorio boliviano.
Si la carga no es muy pesada, puede salir directamente del puerto fluvial de Rosario al Atlántico.
Bolivia exporta alrededor de 200.000 toneladas de harina de soja y 50.000 de aceite cada año por esa ruta, pero puede también ser una alternativa para el hierro de la mina del Mutún, donde Bolivia intenta desde hace muchos años desarrollar siderurgia.
Según Vicentín, Rosario cuenta con una nueva cava con capacidad para más de 200.000 toneladas de mineral de hierro, lo que abre una mayor posibilidad de concretar nuevos negocios con ese movimiento.
Para ir un paso más allá de los estudios y el debate, a finales de abril, una delegación interinstitucional de Bolivia formada por la Cancillería y varios ministerios del área económica ya visitaron una zona franca cedida en Rosario y otras opciones, cerca del lugar.

La misma misión también visitó la capital paraguaya para conocer la oferta de infraestructuras en puerto Capitán Carmelo Peralta, Pilar y el Puerto Seco en Chaco-I, con lo que se amplía el horizonte para usar la conexión con el territorio paraguayo. Tomado de los tiempos de Bolivia 

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