Adultos con afecciones crónicas: Vacúnense
Las vacunas son una medida importante en la protección de
los adultos contra enfermedades graves y a veces mortales. Aunque usted se haya
vacunado a una edad más temprana, la protección de algunas vacunas puede
desaparecer con el tiempo. En otros casos, los virus o las bacterias contra los
que las vacunas lo protegen han cambiado, por lo que su resistencia no es tan
fuerte. Finalmente, a medida que usted envejece, puede que también esté en riesgo
de contraer enfermedades prevenibles con vacunas debido a su edad, trabajo,
pasatiempos, viajes o afecciones.
Los CDC recomiendan que todos los adultos reciban las siguientes vacunas:
Los CDC recomiendan que todos los adultos reciban las siguientes vacunas:
- la vacuna contra la
influenza (gripe)* todos los años para protegerse
contra la influenza estacional.
- La vacuna
Td* cada 10 años para protegerse contra el tétanos.
- La vacuna Tdap* una
vez en lugar de la vacuna Td para protegerse contra el tétanos y la
difteria además de la tosferina (pertussis), y para las mujeres
durante cada embarazo*
- Las
otras vacunas que usted necesita como adulto dependen de factores tales
como edad, estilo de vida, trabajo, afecciones y vacunas que haya recibido
en el pasado. Las vacunas que necesita pueden incluir las que lo protejan
contra lo siguiente: culebrilla,* virus del
papiloma humano* (que puede causar ciertos tipos de
cáncer), enfermedad
neumocócica,* enfermedad
meningocócica,* hepatitis A* y hepatitis B,* varicela,* sarampión,
paperas y rubéola.*
Los adultos con afecciones crónicas tienen más
probabilidades de presentar complicaciones a causa de enfermedades que se
pueden prevenir con vacunas. Las complicaciones pueden incluir enfermedades de
larga duración, hospitalizaciones e incluso la muerte. Consulte con un
profesional de atención médica para asegurarse de que esté al día con las
vacunas que los CDC recomiendan para usted.
Enfermedades
cardiacas
Las personas con enfermedad cardiaca* o
aquellas que hayan tenido un accidente cerebrovascular están en mayor riesgo de
presentar complicaciones médicas graves a causa de la influenza. Entre los
adultos hospitalizados a causa de la influenza durante la temporada 2017-2018,
las enfermedades cardiacas estaban entre las afecciones crónicas que se
reportaron más comúnmente.
Los CDC recomiendan que las personas con enfermedad
cardiaca reciban la vacuna
anual contra la influenza. También deberían recibir las vacunas
antineumocócicas* una vez como adultos, antes de los
65 años de edad, y luego dos dosis más a los 65 o más adelante. Para
obtener más información, visite la página web de los CDC sobre enfermedades
cardiacas y vacunas.
Enfermedades pulmonares
Las personas con asma,* enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (epoc)* u
otras afecciones de los pulmones están en mayor riesgo de presentar
complicaciones por la influenza. Esto es
cierto, aunque la afección sea leve y los síntomas estén bajo control. Debido a
que las personas con asma tienen vías respiratorias sensibles, la inflamación
causada por la influenza puede desencadenar ataques de asma. En general, la influenza
puede empeorar los síntomas del asma y de la epoc. Las personas con enfermedad
pulmonar son más propensas a presentar neumonía y otras enfermedades
respiratorias después de enfermarse por la influenza.
Los CDC recomiendan que las personas con asma, epoc u otra
afección de los pulmones reciban la vacuna
anual contra la influenza. Si usted tiene una afección pulmonar,
también debería recibir las vacunas
antineumocócicas,* una vez como adulto antes de los 65 años
de edad y luego dos dosis más a los 65 o más adelante. Puede que su médico le
recomiende otras vacunas según su estilo de vida, hábitos de viaje y otros
factores. Para obtener más información, visite la página web de los CDC
sobre enfermedades
pulmonares y vacunas para adultos.
Diabetes
Las personas con diabetes tipo 1
o tipo 2 están en mayor riesgo de contraer la infección por el virus de la
hepatitis B. La hepatitis B puede propagarse a través del uso compartido de los
medidores de glucosa en la sangre, los dispositivos de punción de dedos u otros
instrumentos para el cuidado de la diabetes. Las personas con diabetes, aunque
esté bien controlada, son más propensas a presentar complicaciones por la
influenza. Estas personas están en mayor riesgo de presentar neumonía, lo cual
puede causar hospitalizaciones. Tener una infección también puede hacer más
difícil controlar el azúcar en la sangre, por lo que es importante monitorear
el azúcar en la sangre con más frecuencia si se está enfermo.
Los CDC recomiendan que las personas con diabetes reciban
las vacunas
antineumocócicas* (una vez como adultos antes de los 65
años de edad y luego dos dosis más a los 65 o mayores), la vacuna
anual contra la influenza y una serie de vacunas
contra la hepatitis B* (para quienes tengan entre 19 y 59
años de edad). Si usted tiene 60 años de edad o más, pregúntele a un
profesional de la salud si debería recibir la vacuna contra la hepatitis
B. Para obtener más información, visite la página web de los CDC
sobre diabetes
y vacunas para adultos y vea la infografía animada de los
CDC Cómo
vivir de manera saludable con diabetes: el
simple paso que podría estar pasando por alto.*
Las vacunas son la forma más segura de proteger su salud.
Consulte con su médico
* Los enlaces a sitios web pueden llevar a
páginas en inglés o español.
TOMADO DE ENVIO DEL CDC DE EEUU
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