SERVIDORES PÚBLICOS DESTACABLES. MARÍA ELENA DEL PILAR
CORONADO TEPO
“El binomio ser humano-fauna sí es posible”
Perfil. Es guardaparques de las islas Palomino y Cavinzas,
un área natural protegida por el Sernanp. En la primera, habitan más de 8,000
lobos marinos, mientras que, en la segunda, unos 130 pingüinos Humboldt y aves
guaneras. Su misión es velar por que los turistas respeten sus condiciones de
vida.
Susana Mendoza Sheen
Esa mañana que le avisaron a María Elena del Pilar Coronado
Tepo que un pingüino había varado en playa Marbella, definió su pasión
profesional. ‘Piwi’, como lo llamó al bebé de la especie Humboldt que llegó a
su vida, recibió todo el amor maternal que una joven de 23 años le puede dar a
un ser frágil. Durante un año establecieron una relación que a muchos dejó
boquiabiertos. El pequeño murió, nunca supo las razones, pero gracias a esa
experiencia hoy es una guardaparques que protege a esas pequeñas aves en
memoria de su pequeño bebé.
Pilar, como la conocen, acaba de cumplir dos años en el
Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Cumple
las funciones de vigilancia y control de lobos marinos, pingüinos Humboldt y
aves guaneras para evitar que pescadores o turistas desalmados ingresen en las
islas Palomino y Cavinzas, donde habitan estas especies.
Ella cuida que las embarcaciones no autorizadas de
pescadores y turistas lleguen a las orillas, y que las autorizadas respeten las
distancias establecidas para acercarse a las islas, pues los animalitos son muy
sensibles a los ruidos y a la presencia de personas. Las embarcaciones que
tienen permiso llegan con turistas que a veces alteran, por ejemplo, a los
lobos marinos.
“Al inicio fue difícil realizar estas tareas porque durante
años los operadores de turismo entraban cuando querían y como querían. No había
orden, pero con mucha dedicación e información instruimos a cada uno de ellos sobre
la necesidad de proteger a esos animales, sobre todo a los pingüinos Humboldt
que estuvieron a punto de extinguirse”
Su centro de trabajo queda en La Punta, a 15 millas de ese
pequeño mundo de mamíferos y aves que se agrupan con libertad sin ninguna
presencia humana. Ella, cuenta, no sube a las islas. En cada patrullaje que
realiza, apaga su motor antes de llegar a tierra firme. Ha aprendido a respetar
la quietud de la vida animal que tiene a su cargo.
Educación ambiental
Esta joven guardaparques de 28 años labora en la Reserva
Nacional de Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, que pertenece al
Sernanp, cuida que los pescadores artesanales o buzos no depreden la fauna
marina asentada en ese punto del Callao. Por eso también educa a la población
en materia ambiental y organiza actividades recreativas para los niños.
“Mi trabajo de control y vigilancia va más allá. A veces
armo títeres para enseñarles a los niños el amor por los animalitos. Y otras,
aprovecho mi visita a las islas para repartir material a los turistas. Amo
instruir, explicarle a la gente que los lobos marinos son sociales y los
pingüinos Humboldt tímidos, pero amables”.
María Elena del Pilar quiere que se conozca este lugar tan
cercano a Lima, a unos 45 minutos en lancha. Es un deseo que la inspira las 24
horas, confiesa. Queda en silencio. Seguramente, porque le rinde un secreto
homenaje a su ‘Piwi’, a los momentos de ternura que compartió con él, a sus
graznidos cada vez que la oía llegar, a esos días gracias a los cuales hoy
tiene la certeza de que el binomio ser humano-fauna existe; solo es cuestión de
vivirlo.
Hoja de vida
Soy Técnica de Administración de Hotelería y Turismo,
formada en el instituto Inteci (2010-2014).
Estudié un Diplomado en Conservación de Reservas Naturales
en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, en Trujillo (2015).
Realicé un curso de buceo Openwater, certificado por PADI,
organización internacional que certifica a los buzos. TOMADO DE EL PERUANO
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