En peligro: en el
país, hay seis especies animales que están en situación crítica
La pérdida de los hábitats, la caza y el cambio climático
amenazan a los ejemplares; en Ambiente diseñaron un plan para evitar su
desaparición; los especialistas piden que haya más áreas protegidas
El yaguareté podría desaparecer de las yungas argentinas en
los próximos 50 años; del cardenal amarillo quedan apenas 47 ejemplares; la
población de la ranita del pehuenche mendocina se halla en extinción por las
sequías, y el cauquén colorado peligra por las prácticas de caza. Estas cuatro
especies, junto al venado de las pampas y a la mojarra desnuda, son las más
amenazadas del territorio.
La Argentina es uno de los países que presentan mayor
riqueza en biodiversidad a nivel mundial, con un gran número de especies de
artrópodos (111.000), plantas vasculares (10.006), aves (1002), peces
continentales (500) y marinos (478), reptiles (406), mamíferos (385) y anfibios
(175).
La pérdida del hábitat y la fragmentación de los ecosistemas
son las principales amenazas para la conservación de la biodiversidad. Es por
eso que, luego de varios encuentros con la sociedad civil local y regional, el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación lanzó el programa
Extinción Cero, que trabajará con las especies en peligro y se enfocará en la
educación.
"La conservación es una herramienta del desarrollo
sustentable. El 95% de la población del yaguareté está diezmada. Por eso, es
necesario aplicar una política de Estado que estaba prevista desde 2004, pero
nunca se instrumentó", indicó el ministro de Ambiente, Sergio Bergman.
La experiencia con el yaguareté, que fue declarado monumento
natural, empezó con la reintroducción de Chiqui, un espécimen paraguayo que fue
trasladado a los Esteros del Iberá. En la experiencia participaron ambos
Estados nacionales, la provincia de Corrientes y la ONG CLT, que fundó el
empresario Douglas Tompkins. "La reintroducción es un proyecto mucho más
ambicioso y estamos en conversaciones con los otros Estados, porque también Brasil
tiene problemas con la especie y es necesario generar corredores ambientales
para que se desarrollen", sostuvo el ministro.
Los especialistas consultados por LA NACION coinciden en que
es bueno poner en agenda la temática de la conservación, pero dicen que no
puede ser una política aislada de un solo ministerio. Debe estar acompañada de
otras medidas que restrinjan, por ejemplo, la producción forestal o la
agropecuaria.
"La primera herramienta de conservación de la
biodiversidad es el inventario, saber qué es lo que vos tenés. En la Argentina
este año no tenemos inventario nacional de biodiversidad. Después, en un
segundo paso, podés categorizar qué es lo que está más en peligro y operar
sobre eso. El gran escenario lo definen dos ejes: crear nuevas áreas protegidas
[el presidente Mauricio Macri dijo que está en su vocación duplicarlas], sobre
todo en ecorregiones no protegidas, y el otro gran eje es cómo trabajamos en
esas zonas", indicó Claudio Bertonatti, museólogo naturalista con una
extensa carrera en la conservación de especies.
El país tiene hoy unos 35 millones de hectáreas protegidas,
lo que significa, aproximadamente, el 12% del territorio. "El gran partido
se juega afuera; qué hacés con el 88%, porque si lo destruís, la protección se
desmorona. Las grandes decisiones ambientales no las toma Ambiente, sino que se
toman en el Ministerio de Energía y Minería y en el de Agroindustria. Eso es lo
más crítico. Es muy difícil así tener un plan en serio y no caer en medidas
casi anecdóticas", explicó Bertonatti. El especialista se apoya en las
cifras de avance de la frontera agropecuaria y de los proyectos mineros, muchos
de ellos linderos a espacios con alguna categoría de protección.
Precisamente los ecosistemas contribuyen a reducir el riesgo
de desastres. Por ejemplo, los humedales, los bosques y los sistemas costeros
pueden actuar como barreras naturales o amortiguar los efectos de inundaciones,
sequías y erosión costera.
Matías Pandolfi, doctor en Biología del Conicet, agregó:
"Es un buen inicio, pero tampoco puede estar desligado de una política de
Estado que implica muchas cosas, incluso los recursos humanos. Más desmonte y
menos inversión en ciencia no parecen los caminos apropiados. Entre las
especies elegidas hay un anfibio, en este caso los herbicidas los afectan
muchísimo. Es necesario articular políticas".
Según Bergman, la idea de la articulación es el fundamento
de la creación del gabinete de cambio climático en el que participan varios
ministerios. Pero también en la conversación tienen que entrar las provincias.
Aquí aparece un tema central y es la financiación. Cabe recordar que apenas el
0,5% del presupuesto nacional se destina al cuidado ambiental. Y respecto de la
conservación, más de la mitad de los recursos provienen de programas
internacionales.
"Mi gran anhelo es que el Estado argentino vea que
conservar los ecosistemas silvestres también puede ser un gran negocio. La
visión de que cuanto más rápido reemplacés un campo natural por un cultivo, más
rentable es va a terminar por arar los campos silvestres. Debería primar la
otra visión: planes de ordenamiento territorial que determinan cuál es la
aptitud de ese suelo y aprovecharla. Tenemos una tradición que va a contramano
de eso", agregó Bertonatti.
El desmonte, la caza furtiva y los embistes en las rutas son
las principales causas de la desaparición del yaguareté en América del Sur. En
la Argentina sólo quedan entre 200 y 250 ejemplares en tres regiones: Selvas de
Yungas (Salta), Bosque Gran Chaco Americano (Chaco, Formosa y Santiago del
Estero) y Selva Paranaense (Misiones). Su amenaza de desaparición responde al
fenómeno del crecimiento de las ciudades y la extensión de superficies
dedicadas a la agricultura.
Banco de Bosques desarrolló, con la agencia Wunderman BA, la
app Ecoalarm, que, con sonidos captados en el Impenetrable Chaqueño, la Selva
Misionera y el Bosque Andino Patagónico, funciona como un despertador. Cada vez
que suena alguno de los 9 tracks, Spotify le paga las regalías a la
Fundación.
Se puede descargar en Google Play Store.
Por laura rocha para la nación de ar
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