El papa Francisco
celebra la misa de Pascua y la bendición “Urbi et Orbi”, ayer en el
Vaticano. | AFP EFE Ciudad del Vaticano |
El papa Francisco se refirió ayer una América Latina “tantas
veces marcada por tensiones políticas y sociales, que en algunos casos son
sofocadas con la violencia” durante su mensaje de Pascua tras la misa de
Resurrección celebrada en la Plaza de San Pedro.
En el mensaje que precede a la bendición “Urbi et Orbi”
impartida desde el balcón central de la fachada de la basílica, Francisco habló
de la esperanza que trae para los católicos la resurrección de Jesús.
Y deseó así que “Jesús resucitado sostenga los esfuerzos de
quienes, especialmente en América Latina, se comprometen en favor del bien
común de las sociedades, tantas veces marcadas por tensiones políticas y
sociales, que en algunos casos son sofocadas con la violencia”.
Francisco pidió entonces “que se construyan puentes de
diálogo” y se persevere “en la lucha contra la plaga de la corrupción y en la
búsqueda de válidas soluciones pacíficas ante las controversias, para el
progreso y la consolidación de las instituciones democráticas, en el pleno
respeto del estado de derecho”.
En su mensaje de Pascua también aseguró que el “Pastor
resucitado” se hace cargo “de cuantos son víctimas de antiguas y nuevas
esclavitudes: trabajos inhumanos, tráficos ilícitos, explotación y discriminación,
graves dependencias”.
Habló de los “niños y de los adolescentes que son privados
de su serenidad para ser explotados” y la violencia machista al referirse a
quien “tiene el corazón herido por las violencias que padece dentro de los
muros de su propia casa”.
El Papa aseguró que Jesús resucitado “se hace compañero de
camino de quienes se ven obligados a dejar la propia tierra a causa de los
conflictos armados, de los ataques terroristas, de las carestías, de los
regímenes opresivos”.
En este mensaje que precede a la bendición “Urbi et Orbi” y
que otorga la indulgencia (perdón de los pecados) para todos los fieles que la
reciban por los diferentes medios de comunicación, Francisco habló de la
esperanza que trae para los católicos la resurrección de Jesús.
Y entonces deseó que “en los momentos más complejos y
dramáticos de los pueblos, el Señor resucitado guíe los pasos de quien busca la
justicia y la paz; y done a los representantes de las naciones el valor de
evitar que se propaguen los conflictos y de acabar con el tráfico de las
armas”.
Siria Rogó
entonces “que en estos tiempos el Señor sostenga en modo particular los
esfuerzos de cuantos trabajan activamente para llevar alivio y consuelo a la
población civil de Siria, víctima de una guerra que no cesa de sembrar horror y
muerte”.
Y citó el “innoble ataque” del sábado en Alepo contra “los
desplazados que huían provocando numerosos muertos y heridos”.
Pero también para que se conceda la paz “a todo el Oriente
Medio, especialmente a Tierra Santa, como también a Irak y a Yemen” y recordó
“Sudán del Sur, Somalia y la República Democrática del Congo, que padecen
conflictos sin fin, agravados por la terrible carestía que está castigando
algunas regiones de África”.
PIDE ESPERANZA
Francisco mencionó también a Europa, y pidió esperanza para
“cuantos atraviesan momentos de dificultad, especialmente a causa de la gran
falta de trabajo sobre todo para los jóvenes”.
El pontífice argentino explicó que “el Pastor resucitado va
a buscar a quien está perdido en los laberintos de la soledad y de la
marginación”. También mencionó la violencia machista y los abusos al aludir a
“quien tiene el corazón herido por las violencias que padece dentro de los
muros de su propia casa”.
Con la misa de Pascua y la bendición “Urbi et Orbi” (A la
ciudad y al mundo) terminaron los ritos de la Semana Santa. Tomado de los
tiempos de Bolivia
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